Vida perra y mucha rabia. Western moderno en una China que se devora a sí misma.
Lejos de Arizona, en los confines del desierto de Gobi, un autobús vuelca al cruzarse con una jauría de perros abandonados. Uno de sus pasajeros es Lang, que regresa a su ciudad natal después de salir de la cárcel. Como medida de inserción debe trabajar para la patrulla encargada de limpiar la ciudad de perros callejeros antes de los Juegos Olímpicos. En su deambular es atacado por un perro con mucha rabia con el que marca terreno en las esquinas. De ahí surge la conexión inesperada que les hará inseparables.
En la ciudad que está a punto de ser demolida han quedado atrapados hombres sin futuro. El zoo abandonado, el viejo teatro, las viviendas sociales, la granja de serpientes, …subrayan la metáfora de mundos que se transforman demasiado deprisa. La fotografía del paisaje quita el aliento. El director Guan Hu demuestra su talento y crea una obra fuera de los lugares comunes extrañamente cautivadora.
Ganadora del Premio a la Mejor Película en Un Certain Regard en la pasada edición del Festival de Cannes, del Premio a la Mejor Dirección y Mejor Fotografía en la SEMINCI. Aclamada por la crítica y el público llega esta joya. Destacamos la fotografía, el trabajo de Eddie Peng en el papel de Lang y trozos de The Wall de Pink Floyd que conforman una banda sonora muy potente.
La película va más allá del amor a las mascotas. Hombre y perro crean un vínculo indestructible tras pasar la cuarentena juntos. Prueba de ello es el hecho de que el actor Eddie Peng desarrolló con Xin, el perro protagonista, hasta el punto de adoptarlo tras el rodaje junto a dos cachorros nacidos en el set. Xin fue reconocido con la Palm Dog en el Festival de Cannes 2024.
Critica de #JMConte
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