Chain & The Gang. Le Bukowski, 2 de Noviembre

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Ian Svenonius regresó a San Sebastián, dos años después, con una renovada y mejorada versión de Chain & The Gang. Parece que el emblemático vocalista ha dado con las piezas que buscaba para que el engranaje de su maquinaria sonara como el quería. Curiosamente, una de las novedades de este tercer disco, “In Cold Blood”, es la aparición de la hipnotizadora cantante Kate Alice Greer que le ha robado protagonismo a Svenonius. Su irrupción ha dado paso a algo más parecido a aquellas duplas sesenteras como Sonny & Cher o Mickey & Sylvia, en las que los diálogos chico-chica escribían pegadizas canciones.

Los de Whasington se inspiran en el sonido beat de aquella época, pasado por el filtro de la Factory de Warhol y los eclécticos riffs de potentes bandas actuales de Detroit como los Dirtbombs. El resto de la banda lo componen tres músicos de relojería que aportan cierto equilibrio emocional el conjunto. Entre ellos, se encuentra la ex Vivian Girl, Fiona Campbell que, al igual que sus compañeros, parece no cometer ni un solo error en todo el concierto. Entre toda esta armonía, sobresale la presencia de Kate Alice Greer. Una, aparentemente tímida, cantante capaz de empezar en un segundo plano y terminar en un altar. Como en esas películas en las que el actor secundario va ganando terreno al prota hasta robarle los mejores planos. Ayer, esta chica se llevó el Óscar.Puede ser agresiva en un momento y dulce al minuto siguiente. A veces, te impulsa con potentes gritos y, otras, te acaricia con suaves susurros.

Pero Ian Svenonius se encuentra cómodo con su nuevo papel. A este ilustre de la escena musical pseudo-indi, lo que le preocupa es conectar con la gente y dar un buen espectáculo. El resto le da igual. Tienen el culo pelado de tocar en salas pequeñas de todo el mundo. Se nota que le gusta el contacto con el público. Tenerlo cerca y sentir su aliento. Su derroche de energía contagia y no te deja parar de moverte hasta que muere el último acorde. Su apariencia extravagante queda reducida a eso: una simple fachada. En el escenario se muestra alguien cercano y entregado a la causa. Ayer nos hizo disfrutar con su nuevo y, quien sabe si definitivo, clan…o Gang.

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