Nuestro colaborador Luis Sagüés-Errandonea ha realizado esta entrevista a Enillo, un historietista de Barna afincado en Suiza a colación de su reciente exposición en el Consulado de España en Zúrich. Espero que os resulte tan interesante como a mí.
Enillo es un dibujante sin aires de grandeza, fiel a sí mismo, con un humor tan fino que, si uno no está atento, su broma pasa desapercibida. Se puede conocer más sobre sus dibujos en su página web, en Instagram o en Facebook. También está en Cartoon Pool GmbH (agencia de dibujantes) y publica en un periódico local caricaturas y viñetas.
Nacido en Barcelona, hasta los siete años vivió en Gandesa, provincia de Tarragona. Después se mudó a Suiza con sus padres y su hermano, a Zúrich durante unos meses y luego a Dielsdorf. Expuso desde mayo a junio en el Consulado de España en Zúrich, entre sus pasillos y salas. Enseguida mostró su predisposición cuando le propuse que me hiciera una visita guiada. Me enseñó su exposición fuera de horas de apertura al público y fuimos paseando por sus obras mientras charlábamos distendidamente, no es muy dado a hablar de sí mismo, pero si uno sabe escucharle, enseguida se suelta.
Donostilandia- Así que esto es lo que dibujas y pintas…
Enillo- Tal cual lo ves, básicamente hay cómics y abstracto.
D- Sí, en distintos soportes y materiales.
E- Exacto, me gusta experimentar con ellos; cáscara de almendra, posos de café, bellotas… A veces salen resultados sorprendentes, como este granulado.
D- Curioso… ¿de qué está compuesto?
E- Se trata de una resina que hago con tierra del fondo del lago de Zúrich, de la zona de Au. Luego la mezclo con el color en sí y directo al lienzo.
D- Interesante.
E- Bueno, más que interesante por la estética, es porque de vez en cuando los dibujos hablan.
Yo, que ya conozco algo de su humor, le sigo la corriente.
D- Claro, y salen todos de sus cuadros y te bailan una sardana.
E- No, hombre (ríe), cómo te gusta el vacile. No salen, se quedan siempre dentro del marco.
Encima el vacilón soy yo.
D- Así que estudiaste física, matemáticas y astronomía.
E- Sí, en la Universidad de Zúrich. También estuve allí trabajando un tiempo, como asistente en el departamento de física. Esta obra, “El espacio”, está relacionado con las galaxias.
D- ¿Qué representa? Yo solo veo puntos y manchas.
E- Bueno, los espacios entre las galaxias están prácticamente vacíos, pero dentro de cada galaxia se encuentran millones y millones de estrellas distintas, nieblas, planetas y cosas que aún quedan por descubrir.
D- Esa respuesta me queda grande, vamos a algo más sencillo; ¿desde cuándo dibujas?
E- Desde pequeño, como todos los niños, lo que he hecho es no dejarlo… Guardo incluso algunos cómics que hacía con mi hermano, pero no los enseño a nadie (ríe).
D- ¿Has recibido clases o eres autodidacta?
E- Solo en la escuela, pero me quitaban las ganas, no eran creativas. Ahora aprendo viendo a otros, hago tutoriales por internet.
D- No sé yo si eso funcionaría conmigo… ¿Cualquiera puede aprender a dibujar?
E- Está claro que el dibujante es una mezcla de trabajo y aprendizaje. Pero no todos empezamos en el mismo punto, los hay que tienen una habilidad innata y éstos se evitan unas cuantas horas de duro trabajo, pero tampoco se libran. Al igual que en otras disciplinas, hay que ensayar y dedicarle tiempo. Dicen que hay que hacer 10000 dibujos para que aprendas a dibujar al personaje que quieres.
Una voz dulce y sensual nos corta: “¡Enilloooo! Enilloooo!”
E- Ya está esa pesada.
D- ¿Quién?
E- Pues ésa de allí: Minnie Mouse.
D- Yo no veo a nadie.
E- Allí, colgada de la pared, en el cuadro.
Me quedé absorto viendo cómo en un simple cuadro, sin pantallas de litio ni de plasma ni tubos de rayos catódicos… coqueteaba Minnie Mouse.
Minnie Mouse- Qué guapo estás hoy Enillo… Y qué bien te queda esa camisa.
E- Muchas gracias Minnie, tú también estás muy guapa. Enillo sigue hablando conmigo sin darle mayor importancia. Por ejemplo, los artistas de Walt Disney, como dibujaban todos los días los mismos personajes durante muchos años, pues al final les salían fácilmente.
D- ¿Y eso?
E- Pues lo dicho, se trata de trabajar, esforzarse, practicar, no rendirse.
D- No, no, quiero decir que Minnie te ha hablado…
E- Bueno, es que lleva la resina de tierra del lago de Zúrich…
D- Pues Minnie parece que se te insinúa…
E- Sí, pero ella ya sabe que estoy felizmente casado, con dos hijos, y que son ellos los que me animan a seguir con esto. Minnie no tiene nada que hacer en ese sentido.
D- ¿Te ves en Suiza para el resto de tus días?
Yo voy a donde me lleve el tiempo. Estoy aquí desde niño, mi mujer es de aquí y mis hijos van al colegio aquí. De momento me quedo en Suiza, pero no es un deber. Cuando ellos se hayan independizado no descarto nada.
D- ¿Tus hijos dibujan?
E- Lo hacían más de pequeños, ahora se dedican a otras cosas. Cada uno tiene sus temas y actividades preferidas.
D- De pequeño, ¿leías cómics?
E- Sí, sobre todo. TBOs (revista de historietas que originó la palabra “tebeo”). Las visitas de familia que recibíamos nos solían traer y también, cuando íbamos de vacaciones a Gandesa hacíamos acopio de unos cuantos ejemplares.
D- ¿Cuáles eran tus personajes favoritos?
E- Bueno, había muchos, Anacleto, Zipi y Zape, El Capitán Trueno, Pepe Gotera y Otilio, pero sobre todo Mortadelo y Filemón.
D- Así que tirabas por Francisco Ibáñez.
E- Ibáñez me gusta mucho, es un grande, pero tenía y tiene dibujantes negros, esto es, profesionales que le hacían y hacen parte del trabajo. Lo que me desilusionó no fue esto, sino el hecho de no mencionar a sus ayudantes, que no les dé el reconocimiento que merecen. Algo similar ocurre en Walt Disney. Otros artistas, al menos, ponen los nombres de los colaboradores. Es interesante conocer a la persona que hay detrás de los cómics.
D- Y, ¿leías también cómic suizo?
E- No era propiamente suizo, pero los leíamos en alemán, básicamente superhéroes: Batman, Spiderman… He traído algún cuadro inspirado en ellos…
No ha terminado de asomarse cuando una voz grave, que resuena algo tenebrosa junto al eco del edificio, afirma con voz de imponente justiciero: “¡Y todavía nos lee!”. Yo consigo frenar un grito porque se me han puesto de corbata y no pasa el aire. Esa voz impone más que Minnie Mouse. Parece que se me nota y Enillo intenta tranquilizarme.
E- Ése era el «Hombre Enmascarado». No te asustes, aquí todos hacen el bien (ríe y continua con una normalidad que consigue serenarme). Sigo leyendo muchos cómics. Pero ahora más que en la historia en sí, me interesa el aspecto técnico, me gusta estudiar los esbozos, los croquis, la forma en que se va desarrollando el dibujo, el cómo trabajan…
D- Entiendo… Oye, una pregunta filosófica, ¿tu vida es un boceto o un dibujo terminado?
E- La verdad es que soy dibujante, pero también hago otras cosas. Mi ideal es buscar que el día a día sea lo mejor posible. Actualmente trabajo dibujando porque quiero, no por obligación. Si algún día me canso, cambiaré a otra cosa. Me interesa más hacer lo que quiero.
D- Escucharse a uno mismo y actuar en consonancia es bueno para la salud.
E- Cierto. No quiero trabajar y estar deseando que lleguen las vacaciones, eso ya lo he hecho y me he llevado algún mamporro psicológico
D- Oye, y ¿qué opinas de los mamporros que se dan en los cómics? En Astérix y Obélix o en Mortadelo y Filemón están al orden del día.
E- Bueno, no son reales y esto se ve. No se piensa en el daño. Es otro mundo; a más bofetadas, más risas (reímos y aclara). Que conste que esa lógica no es mía.
D- Claro, Mortadelo tenía un chichón enorme y en la siguiente viñeta había desaparecido.
E- Eso es. Las leyes de la física son distintas en los cómics. Por ejemplo, la gravedad no actúa hasta que no miras abajo y te das cuenta de que estás suspendido en el aire. Esta diferencia aún se aprecia más en los dibujos animados.
D- ¿El humor suizo es diferente?
E- En el humor suizo hay que rellenar primero un formulario para ver si van a aceptar el chiste (ríe). Ahora en serio, yo creo que hay buen humor o mal humor, y esto es independiente de los países.
D- Y, ¿cuál es tu soporte preferido para hacer reír?
E- El franco suizo (ríe). Bueno, empiezo en papel y luego depende, el dibujo me va llevando. Me gusta más el camino que el final, me gustan los esbozos, el ir avanzando…
D- ¿Trabajas en digital?
E- También. Tengo una pantalla para dibujar. No obstante, para empezar, prefiero el papel.
Mientras me enseña sus obras me sorprende una de ellas.
D- ¡Ahí va! Si ese es el cohete de Tintín en la luna, ¿no?
E- Exacto, forrado con tebeos de Mortadelo y Filemón.
D- ¿También eres escultor?
E- No. Lo que hago es experimentar. Como artista no pienso en vender como objetivo, sino que me tiene que gustar a mí en primer lugar.
D- Y el resultado tal vez no sea comercial.
E- Ahí está. En este caso, el material me costó dinero, así que tendría que, al menos, recuperar ese precio y, además, añadirle el coste del tiempo que le he dedicado. El resultado sería una cantidad muy alta, y no lo pagaría nadie. Por eso no puedo dedicarme a la escultura.
Iba a plantearle mi siguiente pregunta cuando una voz sollozante me lo impidió: “¿Cómo va lo mío, Enillo?”. El dibujante se gira y le responde a una caricatura de león que le mira entre enfadado y escéptico con la melena al viento.
E- Pues estoy en ello, no te preocupes, ya te dije la última vez que en cuanto lo tuviera decidido te diría algo.
Yo ya voy aprendiendo a dominar mis escalofríos y, con un titubeo de lengua congelada mal controlado, le pregunto a Enillo al respecto.
E- Quiero hacer un cómic largo y ya tengo la idea forjada. Este león quiere que le dé un papel, pero todavía no sé si le voy poder encontrar uno.
D- ¿Será tu primer cómic largo?
E- Sí. Hasta ahora he hecho ilustraciones y tiras cómicas. Me gustan las viñetas sin palabras. Pero como te digo, estoy abierto a experimentar y el cómic largo me atrae.
D- ¿Ya estás en contacto con editoriales?
E- El problema es que solo quiero dibujar, no me interesa el mundo editorial ni el marketing… Alguien tendría que hacerlo por mí y esto es muy difícil de conseguir.
D- Ya… No sirve un buen trabajo artístico, hay que tener contactos y que te sonría la suerte… Bueno, igual algún editor lee la entrevista y te llama.
E- A ver si es verdad (ríe). Yo veo artistas que dibujan muy bien y no venden. Y también otros de renombre que dibujan cosas que las podría hacer cualquiera, hasta yo mismo (ríe).
D- ¿Estás en contacto con otros creativos en Suiza?
E- Conozco a unos pocos. Ahora mismo los veo más de forma digital que en persona, aunque no dedico mucho tiempo a las redes sociales. Con la situación de corona, buena parte de los eventos se han suspendido, como el Comicbörse de Zúrich o el Salón del Cómic de Barcelona entre muchos otros. Allí hay un intercambio de ideas entre dibujantes que fomenta la creatividad.
D- ¿Trabajas para el mundo de la publicidad?
E- Estaría abierto a entrar, aunque es algo peligroso porque no quiero venderme. Tengo unos principios y soy fiel a ellos. Si ganas poco, puedes tener principios.
“Eso es Enric, mantente así”. Ya no me asusta que el que haya lanzado esa voz haya sido el personaje de uno de los cuadros de Enillo, el Captain Biceps.
E- Desde que terminé mis estudios he ejercido de profesor de matemáticas, de física… trabajé en un banco, he sido programador… Pero siempre se acababan repitiendo mis problemas y desacuerdos con el jefe.
D- Y volteaste la mesa.
E- Ganaba bastante bien, pero cambié el dinero por una vida mejor. En 2015 decidí dedicarme únicamente a dibujar y a pintar. Desde entonces disfruto trabajando solo, siendo mi propio jefe. No me da miedo el futuro, porque siempre existen posibilidades. Tengo todo el apoyo de mi familia en esta nueva aventura, estamos muy unidos.
D- Pobre Minnie Mouse….
E- Bueno, le puedo crear una relación con el Captain Biceps, en el mundo del dibujo la creatividad no tiene límites.
Captain Biceps- Enillo, ya estás tardando para juntarnos en una viñeta.
D- Siendo tan creativo, ¿por qué coqueteas con el abstracto?
Captain Biceps- Eso mismo le digo yo.
E- Empecé por dos encargos que me llegaron, me gustó, y he continuado en ello. El abstracto se vende mejor, es más comercial. El cliente me muestra el espacio doméstico en el que quiere colocar un cuadro, él elige el tamaño, yo le escucho y me pongo a pintar de forma que congenie con el entorno; con las cortinas, la mesa, el suelo….
Captain Biceps- Pero si en el arte abstracto hay cuadros que los podría pintar un niño…
E- No te falta razón. Yo, personalmente, miro un cuadro y si me gusta doy el siguiente paso, que es decidir cuánto dinero estoy dispuesto a pagar, pero todo esto sin conocer ni el autor ni la época.
D- ¿Y cómo valoran los críticos de arte?
E- Ellos se basan en teorías de colores, de composición… Para mí son dos cosas distintas la técnica y la interpretación.
D- Dicen que Degas, ya viejo, vio uno de sus cuadros en una galería de arte que había sido vendido por un dineral y soltó: “el que pintó este cuadro no es necesariamente un imbécil; pero el que ha pagado tantos francos por él es, necesariamente, un idiota.
E- Hay un ejemplo parecido con cuadro de van Gogh. No estaba claro si era de él o de un artista contemporáneo desconocido, los expertos no salían de dudas. El caso es que, por el mismo cuadro, si el análisis dictaminaba que era de Van Gogh, el precio hubiera sido descomunal. En caso contrario, el valor sería irrisorio.
D- Así que la belleza de un lienzo se paga a la baja.
E- Es la historia del cuadro la que genera el valor del cuadro, no el cuadro. Si únicamente muestras uno, sin nombrar autor ni época, la mayoría de la gente no sabrá pronunciarse respecto al precio. En cuanto al gusto, tú interior es el que marca lo que tienes que pensar, y esto debería ser independiente del valor económico.
Veo que Minnie Mouse, desde su lienzo, vuelve a insinuarse a Enillo.
E- Voy a decirle que le dibujaré con el Captain Biceps, a ver si me deja tranquilo….
D- Muy bien, yo me voy, no quiero entrometerme.
E- Tranquilo, es buena chica. Oye, antes de que te vayas, ¿me permites una pregunta?
D- Claro.
E- No irás a poner en la entrevista que mis cuadros pueden hablar, ¿no?
D- Pues pensaba hacerlo. ¿Por?
E- A mí no me importa, pero los lectores van a pensar que se te va la pinza.
D- Bueno, creo que es algo que hace tiempo que ya saben.
Ha quedado muy bien, muchas gracias.