«Existe un interés por lo nuevo».
El director de cine donostiarra Koldo Almandoz habla sobre su último trabajo «Sîpo Phantasma»; creyendo en las posibilidades de abrir campo a nuevos y distintos proyectos cinematográficos. Se le podría definir como una figura atípica dentro del cine, pero él asegura que crea en función de lo que él querría ver, su primer largometraje así lo muestra. Sin masters ni doctorados ha labrado su presente a base de intentos continuos por ejercer su vocación, probablemente ese haya sido el truco. Aunque asegura que El Festival Internacional de Cine de San Sebastián no es el festival más adecuado para este tipo de películas, dice haber visto un notable cambio en los últimos años que impulsa cada vez más a las nuevas promesas del cine.
Él, de profesión periodista, pero actualmente director de cine, afirma que la clave del sector cinematográfico está en la valentía y sobre todo en las ganas de no parar, de tener siempre ideas en mente que permitan crear hasta que un día se llegue a lo que se espera. En su película Almandoz desvela que no había ningún guion preestablecido, ha dejado que poco a poco se vaya construyendo un trabajo que podría calificarse de original y personal al mismo tiempo. No se da por aludido cuando se hace referencia a su película como una película «de autor», insiste en que nada de lo que se trata en ella lo impone él, sino las fuentes documentales que apoyan la trama.
Como amante del cine y la cultura, Almandoz se siente cómodo con la propuesta de Donostia 2016, aunque reclama una mayor difusión de las programaciones culturales, puesto que existen propuestas interesantes que se quedan “marginadas”. «Probablemente se han empeñado en hacer muchas cosas pero no toda la ciudad está al tanto de ellas», asegura el director de cine.
Como bien ha demostrado, Almandoz confía en las nuevas ideas y en su aceptación, por lo que cree que Tabakalera, el Centro Internacional de Cultura Contemporánea puede ser muy positivo para las nuevas generaciones, simplemente hay que dejar tiempo para que San Sebastián entienda los beneficios culturales que puede aportar un lugar de esas características. Aunque su ciudad necesite su tiempo para aceptar nuevas ideas culturales, Koldo persistirá en las nuevas propuestas para que en un futuro cercano, los largometrajes como el suyo no se cataloguen como “atípicos” sino que tengan las mismas oportunidades que los “típicos”.
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