La corona partida nos cuenta el después de Isabel, una continuación de la famosa serie de TVE, pero con la ausencia del personaje principal, dejando a Fernando solo, sin el timón que guió a los reinos de Castilla y Aragón.
La trama se sitúa entre “Isabel” y “Carlos, Rey emperador”, muy fiel reflejo de la historia ya contada y conocida por el publico, quizás rodeada por el aura de sus predecesoras en la pequeña pantalla.
La Corona partida es el salto del realizador Jordi Frades a la gran pantalla.
Frades narra la historia del después, arranca el siglo XVI en una España huérfana, donde la lucha por el poder es el motor de esta historia.
Juana (Irene Escolar) es la legítima heredera de la corona, pero tanto su padre, Fernando el Católico (Rodolfo Sancho) como su esposo, Felipe el hermoso (Raúl Mérida) tratan de inhabilitarla en sus funciones, tildando su conocida pasión por Felipe, de locura.
El film logra transmitir fuerza, emotividad e intriga, en un formato muy similar al TVmovie, sin restar valor al trabajo realizado por un novel, Frade es fiel a la historia haciendo que el publico viva intensamente, la trama política urdida por el deseo de poder de unos y otros, sin olvidar el dolor, la locura hecha cordura de una Juana enamorada.
La brecha entre los reinos de Castilla y Aragón pendiente de un hilo, batallas políticas, engaños, cada pieza se mueve estratégicamente en el tablero de una España quebrada.
A partir del 19 de febrero, 200 salas esperan el estreno de este film histórico-político, donde la interpretación de sus protagonistas da más realismo a la trama, dejando La corona partida.
Gracias a Elena Marqués que nos ha contado sus impresiones tras la proyección de prensa.
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