La Gran Apuesta, Adam McKay 2015

0

El problema de “La Gran Apuesta” es que, para ser una de esas películas en las que desde el principio sabes cómo va a acabar, no consigue sorprenderte en el camino hacia ese esperado desenlace. Desgraciadamente, todos conocemos cómo acabo la burbuja inmobiliaria en 2008. Aunque es cierto que, quizás, nadie haya sabido explicarlo bien. Posiblemente, ahí está su principal virtud, al menos para quienes la han alabado e incluso la han encumbrado hasta convertirla en una de las principales candidatas a los Óscar, con nominación a mejor película incluida. Los miembros de la academia han debido entender que es un buen ejercicio de hacer comprender a todos los espectadores lo que realmente ocurrió en la crisis. Algo así como una explicación económica para los no economistas. Y de esa forma hay que tomársela: como una clase para enterarse mejor de lo que sucedió entre todos esos desalmados banqueros, políticos y especuladores.

fotonoticia_20160119172609_1280

Por lo demás, es una película correcta, entretenida y con buenas interpretaciones (en especial la de Christian Bale) que recuerda a clásicos retratos de la sucesos políticos como “Todos los Hombres del Presidente” o  visiones recientes de la crisis como “Margin Call”.  La historia avanza a través de varios puntos de vista, saltando de un personaje a otro y aportando una visión periférica que permite entender algo mejor la compleja situación. Adam McKay, habitual director de comedias de Will Ferrell, recurre a algún interesante recurso, como los momentos en que famosos de diversos ámbitos explican conceptos bursátiles con ejemplos cercanos al público no experto que le dan cierto atractivo narrativo al film.

Si aportar nada nuevo, resulta entretenida si eres capaz de seguir los rápidos diálogos sobre economía sin perderte y, además, puede servir para conocer algunos detalles que los medios no nos contaron.

Sobre el autor

Sin comentarios

Deja un comentario