Como hoy se proyecta en el Festival Morir de Fernando Franco rescató esta interesante entrevista realizada durante el rodaje en Donosti hace unos meses al actor protagonista del film Andrés Gertrudix por nuestra compañera Begoña Pecharromán.
Andrés Gertrudix (Madrid, 1977) no es la primera vez que rueda en el País Vasco, de hecho, desde hace años ha participado en varios proyectos de directores vascos y recientemente fue parte del reparto de la película Lasa y Zabala (2014) de Pablo Malo.
En esta ocasión, repite equipo y director, porque también participó en la laureada película y ópera prima de Fernando Franco, La herida (2013) por lo que se siente cómodo y en familia, algo que ayuda a llevar un trabajo actoral que le está removiendo y transformando, como actor y persona. Esta película le ha dado la oportunidad de enfrentarse a la enfermedad, la vulnerabilidad y el miedo sin creencias religiosas. Su personaje, como muchas personas hoy, debe prepararse a morir con el profundo convencimiento de que no hay nada más allá de la muerte. Esto le ha hecho estar más voluble, más sensible y más atento a las personas más cercanas y más importantes de su vida personal.
Andrés, se siente un privilegiado y un superviviente, después de sus veinte años dedicados a la profesión de actor. Desde que debutó en 1996, ha tenido la suerte de que le han ofrecido papeles muy dispares, que, desde su punto de vista, le ha permitido explorar muchos registros. Todo un lujo que, sobre todo, lo ha podido hacer gracias a la confianza de directores, que se mueven en el cine de autor e independiente, como el talentoso, según sus palabras, Fernando Franco.
Fernando Franco, desde hace tres años, le hizo cómplice de este proyecto. Parece que desde que leyó la novela en la que se ha basado para escribir el guión, pensó que Marian y Andrés, (también pareja en la vida real) encarnarían a la perfección la pareja protagonista. Por esa confianza que ha depositado en ellos, Andrés espera que puedan seguir la estela del éxito de La Herida y llegar al máximo de público para hacerles reflexionar sobre un tema, la muerte, que tanto evitamos en la sociedad actual.
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