Aquí tenéis la crítica de la segunda temporada de Cardo que se estrena hoy a cargo de nuestra compañera Emma Vizán.
Retrato de otra mujer en llamas (y muy estresada)
La primera temporada de Cardo se convirtió en uno de los grandes fenómenos de 2021 cosechando importantes distinciones como el galardón a la Mejor Serie Dramática en los Premios Feroz 2022 o el Premio Ondas.
Lo cierto es que la serie creada Ana Rujas y Claudia Costafreda tiene algo muy especial y ha sabido conectar muy bien con el público más joven, siendo ante todo un interesante retrato generacional de una sociedad perdida entre las ansiedades y el estrés de su día a día. Una serie que además se sostiene sobre el peso de una de las creaciones más audaces y divertidas del panorama televisivo español, María, interpretada por la propia Ana Rujas. Se trata de un personaje buñeliano lleno de carisma y absurdo con el que es imposible no sentirse atraído y enamorado.
Vistos los seis nuevos episodios de la segunda temporada de Cardo (que también podremos ver en ATRESplayer PREMIUM) tengo que reconocer que no solo mantiene el nivel y calidad, sino que la serie da un paso más allá y logra encontrar un tono mucho más relejado y maduro. La historia comienza tres años después de los acontecimientos que llevaron a María (Ana Rujas) a prisión. En esta ocasión la protagonista se encuentra en un difícil momento vital y psicológico, no sabiendo cómo debe reconducir su vida tras su paso por la cárcel. El estrés, la ansiedad y autodestrucción siguen formando parte intima de su vida. Volcarse en los demás parece la única salvación posible.
Un punto de partida con el que Ana Rujas y Claudia Costafreda vuelven a introducirnos en un viaje hacia la autodestrucción con decenas de personajes absurdos. La serie profundiza de una manera muy interesante en la ansiedad y el estrés de una vida dominada por las redes sociales, la falsedad y las drogas de consumo rápido. Sin entrar en ningún destripe, la serie cuenta con varios episodios memorables, como un capítulo en blanco y negro en el que María acude a una fiesta en una exclusiva casa, o el peculiar viaje que tiene con Diego Ibáñez en dirección hacia Torrevieja.
La segunda parte de Cardo no solo mantiene el interés de la primera parte, sino que ha eliminado algunos elementos que no acaban de funcionar y que hacían que la serie se dispersara en algunos episodios, especialmente en lo referente a la iconografía cristiana. Esta nueva temporada no necesita impactar o llamar la atención, ya que tiene elementos suficientes para resultar atractiva. Todo tiene un tono mucho más relajado y sereno. Se nota el crecimiento artístico de sus creadores.
Nuevamente la segunda temporada de Cardo es profundamente coral: Costafreda y Rujas firman los guiones de cuatro episodios, con Lluís Sellarès escribiendo los otros dos. A esto se une la dirección de los Javis (Javier Calvo y Javier Ambrossi) que le dan ese tono tan irónico y creativo presente en sus películas. En el reparto tendremos de nuevo a Diego Ibáñez, Ana Telenti, Clara Sans, Pilar Gómez, Victoria Santos, Joan Solé, Alba Galocha o Edu Tudela.
En definitiva, la segunda temporada de Cardo se presenta como una de las series más interesantes que podremos ver en este 2023. Espero que las aventuras de María puedan continuar en futuras entregas.
Emma Vizán.
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