Antón García Abril ha recibido la Medalla de Oro de la Academia de Cine. Emocionado y feliz porque una parte muy importante de su vida la ha dejado en el cine, medio para el que ha compuesto más de doscientas bandas sonoras, el compositor aragonés declaró que no sabía si fue el cine “quién me dejó a mi o fui yo el que dejó al cine”, pero la historia de amor entre el creador y los fotogramas “sigue ahí”, resaltó este músico “todoterreno” en el encuentro que mantuvo con los medios en la sede de la Academia.
Enrique González Macho, repasó su prolífica trayectoria, desde su extensa obra sinfónica y de cámara a la música que puso a numerosas películas, series de televisión y piezas teatrales. “
El músico que colaboró con Mario Camus, Pilar Miró, Antonio Isasi-Isasmendi, Pedro Lazaga… “En mi caso, ha dominado el director con sensibilidad musical, con oído. Siempre me he puesto al lado del director, que es el que lleva las riendas de la película, intentando dejar mi personalidad en cada obra”.
También se pronunció sobre la relación cine y música. “La mala música hace mucho daño a la película, la buena se tiene que convertir en imagen y emocionar”, manifestó este aragonés a quien se debe la universal sintonía de El hombre y la tierra. “Estoy muy orgulloso de esta melodía ¿cómo no me va a gustar estar en un hotel en Rusia, poner la tele y escuchar ‘tarantarantaranta…’. Félix Rodríguez de la Fuente me contagió su emoción, ilusión y entusiasmo, y él se quedó impresionado con el trabajo porque cuando escuchó la grabación, me robó la partitura”, explicó García Abril, que también puso la música a las series de TVE Los camioneros y Fortunata y Jacinta.
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