El realizador alemán Christian Petzold (Barbara, 2012) ha presentado en San Sebastián su última película: Phoenix (2014), una película que ha escrito a dos manos junto al recientemente fallecido (y gigantesco cineasta) Harun Farocki. Adaptando –al parecer, con mucha libertad- la novela “Le retour des cendres” de Hubert Monteilhet, la película coge cosas de “Pigmalión”, incluso de Vértigo (1959), al seguir los pasos de una mujer que, tras ser desfigurada en un campo de concentración, con una cara nueva trata de reencontrarse con su marido, el cual incapaz de reconocerla y confundiéndola con una extraña decide reconvertirla en un sosías de su esposa desaparecida para así poder cobrar la herencia de esta.
Una historia de amor terrible, incluso bizarra, que Petzold cuenta sin prejuzgar moralmente a sus personajes, centrándose más en la esperanza que en la venganza, en el amor que en el horror. Una película que se ajusta a los parámetros del cine de autor europeo más conservacionista, pero cuya historia crece imparable a medida que pasan los minutos y cierra con un clímax soberbio, que hadesperto una gran ovación en el Kursaal. Huele a premio y, si Alemania decide preseleccionarla, apunta también a nominación al Oscar de Mejor película de habla no inglesa.
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