Ha sido este un fin de semana intenso; ayer inauguración de la exposición «Agencia de organismos vivientes» de Pauline Doutreluingne y hoy Huts de Jone San Martín. Es curioso ver como, desde dos puntos de vista tan diferentes en forma y conceptos, coinciden en el trabajo en torno a la interacción y la comunicación de diferentes personas, sociedades, seres vivos.
En una vemos como esa interacción es posible, incluso en los casos más disparatados y sorprendentes que nos podamos imaginar. En la otra eso se simplifica, son dos personas, pero se complica hasta la desesperación la búsqueda de una comunicación que a veces parece imposible. Las dos propuestas frescas, vivas, con energía y ganas de que el espectador salga preguntándose por qué las cosas funcionan como funcionan.
Un problema con esta programación es la asistencia de una parte de público que no disfruta de lo que ve, quizás porque no se le explica lo que es. La sensación en Huts es de que vino público a ver danza, una chica bailando y haciendo giros probablemente, y eso no era lo que se ofrecía. Tenemos una programación y difusión de una pieza fantástica que llega al público que no lo disfruta mientras que se queda fuera sin entradas muchísima gente. Para los que sí fueron dispuestos a aceptar la propuesta, magnífico.
Sin comentarios