José Luis Rebordinos: «Llevo catorce años sin disfrutar de un verano»

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A las puertas de la 73ª edición, el máximo responsable del Festival Internacional de Cine de San Sebastián nos recibió en su despacho de Tabakalera con gran amabilidad, en unas fechas de mucho trabajo para él; (algo que agradecemos enormemente) para charlar largo y tendido del pasado, presente y futuro del Festival y de su propio recorrido a lo largo de los últimos catorce años. Casi tres lustros «sin poder ir a la playa, sin ir a bañarme” nos confesaba. Aún se reservaba que Jennifer Lawrence será flamante «Premio Donostia» 2025, pero nos ofreció una mirada retrospectiva y algunas reflexiones de peso que compartimos con vosotros.

Aquí tenéis la entrevista completa de nuestros compañeros Iñaki Camacho, Kerman Arzalluz y Mario Pena.

 

 

Pregunta: Antes de nada, agradecer al Zinemaldia y agradecerte a ti que hayáis tenido la deferencia de concedernos esta entrevista porque somos conscientes de que estamos a nada del arranque de la 73ª edición del Festival y de que la sala de máquinas del Zinemaldia estará echando humo. Se trata de una entrevista perseguida porque se enmarca dentro del 25 aniversario de Donostilandia, la web que representamos, y queríamos “regalarnos” una charla contigo. Así que, gracias, es un placer contar con vuestra colaboración.

Respuesta: Bueno, lo primero de todo, felicidades por los 25 años y gracias a vosotros. Para nosotros es muy importante que los medios de comunicación y la gente a la que os gusta el cine os intereséis por nosotros, así que el agradecimiento es mío. Este es mi trabajo y yo os tengo que agradecer que os intereséis por el Festival.

 

P: Hemos querido dividir en cuatro bloques la entrevista. En el primero queremos hacer una reflexión sobre estos últimos quince años en los que tú has sido director del Festival. En su día lo fuiste, tanto del Festival de Cine Fantástico y de Terror como del Festival de Cine y Derechos Humanos; luego diste el salto al Zinemaldi. Ese salto, ¿te pilló por sorpresa, te postulaste para el puesto de director -tú ya estabas en las tripas del Festival-, fue una decisión colegiada?. ¿Cómo te llegó la Dirección del Zinemaldi?

R: Me pilló por sorpresa. Hacía tiempo que Mikel Olaciregi, el anterior director, quería dejar el Festival porque estaba cansado. Llevaba dos o tres años diciéndonos que lo quería dejar y me planteaba a mí la posibilidad de que yo fuera director, nombramiento que correspondía al Consejo de Administración, y a mí, la verdad, es que no me apetecía nada, yo siempre decía que no quería y, de hecho, quien me lo plantea directamente es Odón Elorza, alcalde de la ciudad y presidente del Consejo. Y como él recordará, al principio le dije que no por varias razones: Primero, por motivos personales no me venía bien asumir una responsabilidad como esa, que me iba a llevar el tiempo absoluto de mi vida, a ser la ocupación casi más importante de mi vida. Y, por otro lado, yo era feliz en Donostia Kultura en el que estábamos un grupo de amigos, colaboradores y profesionales que hacíamos la Semana de Terror, Derechos Humanos, Nosferatu… éramos felices. Hasta físicamente estábamos al final de un pasillo y nadie se preocupaba por nosotros, éramos muy libres, no dábamos guerra, no creábamos problemas, hacíamos lo que queríamos. Viví unos años maravillosos en esa Semana de Terror políticamente incorrecta, que hoy sería imposible porque acabaríamos en la cárcel directamente. Y yo era muy feliz en el trabajo que tenía entonces. Nunca he sido muy ambicioso en cuanto a puestos ni en cuanto a dinero, me gusta vivir y hacer lo que me gusta. Así que, yo no quería, sinceramente, y tomo la decisión de aceptar el puesto por cosas ajenas a mi voluntad. Es un momento en el que el festival pasa por ciertos problemas. En aquel momento Ignasi Guardans, que estaba en el Ministerio de Cultura, era si no me equivoco, el director del ICAA y estaba con la idea de que San Sebastián fuera un festival más pedagógico, que lo latinoamericano fuera a Huelva y lo español a Málaga. Los que estábamos en el festival -yo entonces era comité de dirección, no director-, pensamos que era bueno que lideráramos el proceso de cambio, sobre todo para intentar que San Sebastián siguiera siendo un festival importante y no sólo un festival pedagógico. Y decidí aceptar, justo en el momento en el que estaba pensando ofrecerle a Odón el nombre de otro posible director, al que nosotros ayudaríamos en esa transición. Al final decido aceptar de una manera transitoria. Mi idea era estar unos pocos años, que se asentara el festival después de que Mikel se fuera y después dejar la dirección. Y llevo 14 años, es decir, que me equivoqué absolutamente en mis cálculos. Pero sí es cierto que nunca se me pasó por la cabeza hasta ese momento en el que Mikel empieza a decirme que sea yo director porque estaba muy cómodo dentro del Comité de Dirección del festival y de “Selección” y al mismo tiempo liderando la Semana de Terror, porque éramos un equipo de amigos haciendo unas actividades muy chulas.

 

P: Has hecho referencia al cine fantástico y de terror, un cine muy canalla, muy golfo; y, por otro lado, el extremo opuesto, el de un cine de derechos humanos, comprometido, que apunta, que señala, que denuncia, que pretende tener un recorrido en lo social; y finalmente, el cine más generalista, que toca todos los palos y atraviesa el mundo. Tres tipos de cine distintos. Cuando accediste a la Dirección del Festival, ¿qué cine se hacía?, ¿hacia dónde crees que va el cine?. ¿Qué papel tiene el entretenimiento?, ¿qué papel tiene la denuncia, lo social?

R: Creo que el cine es muchas cosas. Es un medio de comunicación, probablemente el más poderoso en este momento, el audiovisual, en general, más que el cine. Es un arte, es una industria, es muchas cosas y, de la misma manera, hay muchos tipos de cine. A mí me gusta el cine, en general. Me gusta ver una película como Indiana Jones y el templo maldito, que me parece maravillosa y me entretiene. Me gusta más Tiburón que, aparte de entretenerme y ser cine de entretenimiento, me cuenta cosas importantes también. Me refiero al cine de género cuando trasciende al cine de género y toca la realidad; ese es el bueno, bueno. Y luego hay un cine social, una película como Falling, de Laura Carreira, el año pasado en competición, denunciando como hay un nuevo tipo de pobres, esos que tienen un salario y un trabajo y aun así no les llega para comer, para llegar a fin de mes y pagar su casa y su comida. Todos son compatibles. Creo que el cine tiene muchas funciones. De hecho, si cogemos un poquito la programación de cualquiera de los años del festival, lo mismo tienes una película como de The Substance, que es una peli de terror, gamberra, loca, con mucho humor y tienes un Falling o tienes una película que te habla de Ucrania o de Gaza. El cine es todo eso en un festival de cine generalista. Nosotros somos un festival competitivo, no especializado en la FIAP. Al no ser especializado, creo que tenemos que cubrir todo ese círculo. Si eres un festival especializado como Sitges, tienes que ocuparte más del cine de género. ¡Ojo!, que luego dentro del cine género se pueden tocar muchos tipos de cine diferentes. En la Semana de Cine de Terror también había crítica social, se hacía una radiografía de la sociedad… y mucho humor, mucho humor. Hoy en día el humor está desterrado, si haces chistes sobre ciertos temas, estás muerto. En aquella época me acuerdo que había un personaje, y digo personaje porque me parecía más personaje, casi, que persona, que cada año pedía que me echaran del Patronato de Cultura. Me llamaba el novio Frankenstein, era del Partido Popular. Es que hoy en día, en aquella semana de terror, si la hiciéramos exactamente igual, probablemente pediría mi cabeza el Partido Popular, pero la pediría también el Partido Socialista, la pediría Podemos, la pediría Sumar, la pedirían todos porque hoy en día no se acepta el humor sobre ciertos temas como puede ser la mujer, el feminismo, etcétera, etcétera. Yo creo que con humor todo es tratable porque sirve para hablar de la realidad y para destruirla, para romperla, para hacerla estallar y a partir de ahí podemos empezar a hablar de otras cosas.

Entonces sí, como resumen a tu pregunta, creo que el cine es muchas cosas y que un festival generalista como el nuestro tiene que responder a todas esas formas de hacer cine.

 

  “Viví unos años maravillosos en esa Semana de Terror políticamente incorrecta, que hoy sería imposible porque acabaríamos en la cárcel directamente.”

 

P: Vamos a una batería de preguntas rápida, haciendo repaso de tu trayectoria a lo largo de estos años como director.

¿Cuál es la mejor película que se ha estrenado en San Sebastián siendo tu director?

R: Voy a intentar responder, aunque la síntesis no es lo mío. Es imposible responder a esa pregunta siendo director. Cada día te diría una. Aquí mismo se ha estrenado y ahora vuelve a las salas -señalando el cartel de la pared de en frente- Mi vecino Totoro. Creo que es una de las películas más hermosas que se ha hecho nunca. Película española… soy un fan loco de Magical Girl que también preside esta sala. Internacional… ¡Qué difícil me lo pones!, Es muy difícil hablar en esos términos categóricos de lo de ahora, de lo antiguo te podría decir porque el tiempo nos ha permitido sancionar. Voy con algunas otras que me han impresionado… algún título de Clint Eastwood me ha impresionado mucho; algún Koreeda… pero me cuesta, entre las más recientes no sabría decirte porque creo que hay que esperar.

 

P: Ya has dicho suficientes.

R: Y hay que ser prudente.

 

P: La perspectiva nos dará otros títulos, probablemente.

R: Sí, pero es importante que añadas esos títulos. Hay que ser prudente con lo que ha ocurrido hace poco. La crítica hoy en día ve obras maestras cada semana y yo considero que para ver obras maestras hay que dejar que el tiempo marque esas películas y nos deje ver qué han sido realmente y qué son.

 

P: Hay que contemplar las obras de arte, cinematográficas, literarias, con un poso.

R: Yo sí te diría que Fresas salvajes, de Bergman es una obra maestra.

 

P: Esa estrella que te empeñaste en que viniera y no conseguiste que viniera.

R: Julianne Moore.

 

P: El divo o diva más exasperante en sus condiciones.

R: No contesto cosas negativas de nuestros invitados.

 

P: El que más te ha costado controlar.

R: Tampoco lo voy a decir porque tiene un aspecto negativo, pero alguna estrella muy joven; algo normal siendo tan joven y tan estrella.

 

P: El actor o actriz que más te ha sorprendido en las distancias cortas.

R: Unos cuantos y unas cuantas. Pero adoro personalmente a Monica Bellucci como persona y como actriz. Glenn Close, Sigourney Weaver…

 

P: Alguno que puedas considerar amigo o amiga.

R: Muchos. Claramente, Ricardo Darín.

 

P: Ese director o directora, actriz o actor que vino a Donostia con un perfil bajo y ha crecido exponencialmente.

R: Javier Bardem, fijaos dónde estaba y dónde está.

 

P: ¿En Días contados fue cuando vino la primera vez?.

R: No sé si es la primera. ¿No fue antes con Huevos de oro o alguna de Bigas Luna? Creo que fue con alguna de Bigas Luna, pero no estoy seguro. Cuando hicimos el video del aniversario fue impresionante ver todo lo que había hecho. Pero fíjate, ahora mismo te lo podría decir de alguien a quien homenajeamos este año: Marisa Paredes. Cuando vino al festival era una jovencita y lo que ha sido Marisa Paredes para el cine español… Pedro Almodóvar también. Vino aquí con Pepi, Luci y Boom…, que fue un escándalo y mirad ahora dónde está, nuestro cineasta más internacional y artista más internacional, junto con Penélope y Javier.

 

   “Adoro personalmente a Monica Bellucci como persona y como actriz. Glenn Close, Sigourney Weaver…”

 

P: Hablábamos unos minutos antes de iniciar la entrevista de Danny Boyle, que vino con Shallow Grave, su ópera prima.

R: Sí, también Danny Boyle. Fíjate, me acuerdo que aquella película, si no me equivoco, ganó el premio Nuevos Directores estando en el jurado, no sé si de presidente, creo que sí, Julio Medem. Ya destacaba, era un tipo que dominaba muy bien el género y mirad también hasta dónde ha llegado en el cine comercial…

 

 

P: ¿Cuál es la sección que más te satisface haber incorporado al Festival?

R: Más que incorporar, hicimos algunos cambios porque Zabaltegi tenía dentro Nuevos Directores y creo que acertamos cuando las dividimos y sacamos, por un lado, Nuevos Directores y creamos, por otro, Zabaltegi Tabakalera, que eran un poco sus especiales, que luego se ha ido ampliando y definiendo de otra manera. La sección que más satisfacciones me da es Nuevos Directores porque es en la que más libres somos. Como festival, tenemos servidumbres, el festival del mundo que te diga que solo ponen las películas que más les gustan, miente, porque no existe. ¿Por qué? Porque cualquier festival, en cuanto tiene público, patrocinadores, una industria detrás, tiene servidumbres. A veces tienes que ver películas que te gustan más o menos porque cumplen otro tipo de funciones. Pero en Nuevos Directores somos libres, programamos lo que nos gusta, sin condiciones.

 

P: ¿En qué somos mejores que Cannes, Berlín o Venecia?

R: El director de Cannes es amigo personal y respeto mucho a la directora de Berlín y al director de Venecia, con el que tengo una relación estupenda. No diría que somos mejores si no en qué somos diferentes, qué nos marca y nos da una característica que nos hace especiales. Por ejemplo, en San Sebastián claramente el público, solo nos parecemos en eso a Berlín. Berlín es otro festival de público. Cannes es un festival solo para profesionales. Si tú quieres ir, solo puedes ir si tienes una acreditación de profesional. No hay venta de entradas, no existe. Y en Venecia existe, pero pocas y con una serie de condiciones complejas para el público. Berlín se parece a nosotros. Muchos públicos, debates, tiene un parecido a San Sebastián en algunas cosas. El público, claramente, somos un festival de público y muchos productores quieren venir a San Sebastián para ver cómo reacciona el público ante su película por primera vez; y un festival muy amable. Nos gusta decir que somos el más pequeño de los grandes porque somos suficientemente grandes para ser interesantes para la industria y para los medios de comunicación, pero suficientemente pequeños para poder ser todavía amables y humanos. Cualquiera que venga a nuestro festival puede tener un momento con el Director del Festival. Hay unos controles de Dirección en los que puedes estar diez minutos con el Director. Cannes es el festival más importante del mundo, donde mejor cine se ve como Festival, no tengo ninguna duda de eso, pero es un festival complejo porque hay demasiada gente y, sobre todo, donde se mueve el dinero. Allí todo es complicado, es el Festival más importante, al que no podemos faltar nadie. Sin embargo, nosotros tenemos ese punto de amabilidad que lo da el tamaño del Festival, que lo da la gente que lo hace, que lo da una ciudad hermosa con unos hoteles estupendos, aunque muy caros, pero estupendos, y muy superiores a los que hay en otros festivales, que lo da esa gastronomía maravillosa. Parecen tópicos, pero cuando alguien va tres días, cinco días fuera de su casa a un festival en otra ciudad, tener un buen hotel, comer bien, hace mucho… la gastronomía y nuestras particularidades como pueblo, con su lengua propia, etcétera, nos hace diferentes, amables, fáciles, uno se puede mover fácil por la ciudad, hace que seamos un Festival especial y que nos dé un rasgo distintivo. Yo no diría mejor ni peor, porque cada Festival tiene sus rasgos, pero el público, esa humanidad todavía del festival, la ciudad, la personalidad de nuestro país, creo que juegan a favor.

 

P: Esta también es una entrevista amable, pero, como periodistas, tenemos que preguntar.

R: No hay ningún problema.

 

P: ¿Qué o quién le ha decepcionado en estos 15 años?.

R: No puedo responder a eso, no debo. Siempre he dicho que nunca escribiré un libro como hizo Diego Galán, sobre el festival, porque lo más interesante o lo más divertido es lo peor. Pero esa parte divertida normalmente tiene que ver con la vida personal de quien nos ha visitado y yo no debo contar eso.

 

R: Le reformulo la pregunta. ¿Con quién ha discrepado más a lo largo de estos quince años?

P: Es que discrepado con algunas personas de las que más admiro.

 

P: Eso es muy saludable.

R: Una persona a la que admiro, respeto y tengo mucho cariño, es Bingen Zufiria, que fue mi consejero de Cultura. Discrepamos mucho sobre cosas de la escuela de cine, por ejemplo, pero yo siempre le escuché con mucha atención. ¿Por qué? Porque como es alguien a quien respeto y quien creo que tiene un gran criterio, aunque yo no esté de acuerdo, pienso que algo de razón tiene que tener seguro. Ese tipo de discrepancias sí las he tenido con personas concretas. Me encanta discrepar, pero con gente a la que respetes. El problema es cuando alguien discrepa contigo y no le respetas. Como decía, he tenido muchas diferencias con Bingen, pero hemos colaborado maravillosamente, ha sido un gran colaborador. La clase política nos ha apoyado muchísimo. Y a nivel cinematográfico, he podido tener discrepancias con algunos productores que pensaban que San Sebastián tenía que ir por un lado, por otro, y nosotros no estábamos de acuerdo.

Creo que hemos ido cumpliendo los objetivos. Tal vez no hayamos conseguido traer más prensa de la que teníamos, quizá esa sea la gran asignatura pendiente de San Sebastián, el atraer a más medios de comunicación, que tenemos unos cuantos, tenemos mil y pico y 500 y pico medios diferentes, pero bueno…

 

 “He discrepado con gente a la que más admiro”

 

P: Luego entraremos, si te parece, en otro bloque con ese tema.

R: Sí, ya te digo que discrepancia, podría decir que era una discrepancia positiva, pero no hemos tenido grandes enfrentamientos. La verdad es que hemos sido muy autónomos. También es verdad que somos un Festival que no ha creado ningún problema. Llevamos 14 años, hemos pasado el final de una crisis, una pandemia, la inflación… No hemos hecho ni un duro de déficit. Hemos cuadrado nuestro presupuesto todos los años y creo que, en general, hemos hecho un Festival que, unos años habrá sido mejor, otros peor, pero que ha cumplido los objetivos.

 

P: Hemos hablado sobre estos últimos 15 años, pero vamos a pasar ahora a hablar de la edición actual. A falta de menos de un mes para el comienzo de la 73 edición, ¿Cómo te encuentras y en qué punto está la organización del mismo?

R: Bueno, yo me encuentro, como todos mis compañeros, cansado. Normalmente llegas al Festival bastante cansado porque, sobre todo en los últimos, ya no hay esos meses de descanso que había antes, porque somos un Festival de todo el año. Entonces acaba el Festival y tenemos la Escuela de cine, tenemos Ikusmira Berriak, que son las residencias… Ya no para el Festival. Antes, nunca paraba del todo porque seguías preparando la siguiente edición, pero ahora además tenemos este tipo de cosas. Entonces, estamos cansados.

En cuanto a la preparación de esta edición, estamos digamos que al 95%. ¿Qué pasa? Que siempre ese 5% es la guinda porque es lo que estás esperando. Estás esperando esa confirmación de un premio Donostia, esa confirmación del pelotazo gordo de actor o actriz que puede venir.  Entonces, siempre en estas fechas, se decide el que todo tenga una trascendencia un poquito mayor o un poco menor. Es otra de las cosas duras del Festival porque muchas veces no eres tú, no es tu trabajo el que define el resultado. Tú puedes trabajar igual y un año tienes suerte y otro no. Por ejemplo, el año pasado cada semana se confirmaba una presencia importante. Este año no vamos tantas, pero vamos bien y nos quedan las dos o tres guindas por ver si se confirman o no. Estamos un poco en la recta final.

 

P: El listón está muy alto, sobre todo a nivel de presencia de estrellas. ¿Esperas poder estar cerca del nivel de la edición pasada?.

R: Bueno, no sé, hay ya unas cuantas confirmadas, bonitas. Hay alguna que si se confirma va a ser una guinda muy potente. Ten en cuenta que, a veces, si consigues una de esas super estrellas lo eclipsa todo. En ello estamos. ¿Va a salir? ¿No va a salir? Pues en ello estamos.

 

P: ¿Podría adelantarnos alguna primicia en nombres o títulos que aún no se haya dado a conocer?

R: No podemos. No, por una razón. Porque nos gusta dar a todos lo mismo. Si ha salido alguna vez algo es porque se ha filtrado. Nosotros nunca damos noticias a unos medios y no a otros. Y, además, no nos gusta anunciar presencias. Fijaros que las anunciamos siempre en la última rueda de prensa por miedo a que se caiga. Porque es algo que pasa mucho. Pasa mucho hoy en día, sobre todo con las plataformas. El primer Premio Donostia de este año lo cerramos en noviembre del año pasado. Pero se cayó en mayo. Cerrado con todas las bendiciones, con película y todo. ¿Pero qué pasó? En mayo, le salió un rodaje y tuvo que cancelar. Ahora, además con las plataformas, está trabajando mucho casi todo el mundo. Entonces, no me atrevo a confirmar nada hasta que no tengamos todas las bendiciones.

 

P: En la calidad de las películas, por lo anunciado hasta el momento, tiene muy buena pinta…

R: Sí, y ahora vamos a anunciar una nueva tanda con películas muy interesantes. (La entrevista fue realizada el 12 de agosto cuando aún no se había anunciado gran parte de las películas). Cuando veáis las Perlas, podéis imaginar que están las más importantes de Cannes y algunas de las máss importantes, a priori, de Venecia. Están confirmadas. Es una Secciónn de Perlas muy poderosa. Y luego, aparte de eso, vamos a anunciar una segunda tanda de películas de Competición donde vais a ver algunos nombres importantes. Estamos muy contentos con la Sección Oficial. Luego es como todo, las dudas de si gustarán o no gustarán, pero creo que a priori si yo estuviera ya jubilado y pudiera ir como espectador, me gustaría ver esa Sección Oficial.

 

P: ¿Entrarán en algún momento las series dentro de la competición?

R: Pues no lo sé, porque yo, como sabéis, el año que viene lo dejo. A mí me hubiera gustado. Yo siempre he dicho que creo que nos equivocamos, y fue cobardía mía fundamentalmente, no haber puesto “Antidisturbios” en competición. Hay cosas que con el tiempo nos daremos cuenta de que nos equivocamos y otras en las que no. A veces, hemos rechazado películas que han ganado después el Óscar a la mejor película extranjera. Y la he vuelto a ver después y digo: me parece estupendamente rechazada. Y, sin embargo, otras que ves con el tiempo y piensas: aquí nos equivocamos. Creo que alguna vez hemos rechazado alguna película y después el tiempo nos ha quitado la razón. Recuerdo After, de Alberto Rodríguez, peli que he visto unas cuantas veces con gran contrición, porque creo que era una peli que tuvo que estar en competición y que, el no ponerla en San Sebastián, la alejó de todo. Y vista después creo que es una peli muy interesante y muy arriesgada. Y no la cogimos, yo fui el primero que no estuve de acuerdo en cogerla.

 

P: Alberto Rodríguez este año viene por partida doble…

R: De la peli no puedo hablar porque está en competición. La serie, es una pasada. Es una serie sobre el 23F bastante valiente. Yo tengo 63 años, yo viví el final de Franco, viví todo lo que fue la Transición que, con sus luces y sombras, es muy difícil analizarla al 100%, entre otras cosas porque nunca se cuenta todo. (…) Creo que la serie es bastante valiente. Creo que no aventura más que lo que se sabe, pero es verdad que ha buceado en las actas del juicio para contar cosas que la mayoría, los ciudadanos, podíamos intuir, pero no sabíamos.

Recuperando de dónde venía la pregunta, sí creo, como pasa con los grandes festivales, como pasa con Venecia o Berlín, que si te gusta el cine el Festival es una gran fiesta.

Yo siempre lo digo, a mí me gustará venir al Festival de civil, cuando no sea director y venir a ver que han preparado mis amigos, porque estoy seguro que me lo voy a pasar como un enano teniendo nueve días para ver cada día, tres o cuatro películas máximo. Creo que ver más, yo que suelo ver más, es malo. Tres películas al día es estupendo y con ratos para los amigos tiene que ser un disfrute. Eligiendo unas de Perlas que son valores seguros, algunas de la Oficial, arriesgarte con algo de Nuevos Directores…Y preguntar, porque podré preguntar, tendré enchufe y podré preguntar a los que estén dentro para que me recomienden alguna. Es que, si te gusta el cine, es una gozada. Lo malo es que yo cuando voy a los grandes festivales veo muy pocas películas porque voy a hacer citas. Pero cuando puedo ver alguna en Cannes, igual no veo más que ocho diez, las de las 8:30, es un disfrute y ver pelis así es una maravilla.

 

P: Por la mañana se disfrutan las sesiones, estás con la mente fresca.

R: Sí, y a mí me gusta mucho y esto es una perversión mía porque soy un afortunado y lo puedo hacer, ver pelis por la mañana me encanta y en pases privados no te quiero decir. Cuando estás tú en la sala solo con otras tres o cinco personas esto ya es un lujo. Es alguna de las ventajas que tenemos los que hacemos los festivales, que tenemos también muchos inconvenientes, pero esa es una gozada. Cuando de pronto estás en París y estás una semana entera, en una sala solo para ti, viendo películas con tus compañeros.

Claro, luego viene la parte fea. En una semana, en seis días, ves 65 películas. Entonces claro, no las puedes ver disfrutándolas. Y de hecho muchas veces hay películas que te están gustando pero que no te encajan y a la media hora las quitas. Te quedas con ganas de verlas enteras, pero como no te sirven para el Festival, por lo que sea, pues no puedes seguir viéndola. Hay que poner otra. Bueno, pero sí es bonito. A mí ver cine a la mañana me parece una maravilla.

 

     “A mí me gustará venir al Festival de civil”

 

P: Hemos echado la mirada atrás, después al presente y ahora toca mirar hacia el futuro. Antes de hablar del legado y de ese posible testigo, ¿Crees que hay un modelo sólido y un posicionamiento que garantice cierta estabilidad?.

R: Mira, yo llegué hace 14 años y cambiamos cosas. Primero reforzamos la presencia del cine español, abrimos el tema de industria creando el Foro de Coproducción que nos ha dado la vida y ahora el Encuentro de Inversores. Y convertimos el Festival en festival de todo el año. Eso fue más por el empuje de una de las subdirectoras, Maialen Beloki, que, por mí, pero creo que es uno de los aciertos de esta época. Cambiamos muchas cosas. Creo que hay un modelo consolidado, pero creo que lo bueno, cuando yo me vaya, es que venga un director o directora capaz de incorporar cambios. Creo que 16 años son demasiados para una dirección. ¿Por qué? Porque yo ahora puedo gestionar el Festival sin ningún problema, tengo experiencia, etcétera, etcétera, pero yo no voy a cambiar nada. Yo me voy a jubilar ya con el modelo que tengo porque ni tengo ya ideas ni energía. Las que tenía las he llevado a cabo por eso creo que es bueno el cambio.

Yo espero que, aunque tenemos un modelo consolidado que funciona, quien venga estudie lo que hay, sea prudente el primer año como lo fuimos nosotros y a partir del segundo incorporen los cambios que considere importantes. Porque estoy convencido de que, si viene alguien joven con ideas, hará cambios seguros, porque la vida está cambiando, los festivales están cambiando. Tiene que evolucionar. El modelo que para hoy vale, que creo que es bueno y que funciona, creo que puede no ser bueno para dentro de cinco años. Hay que adaptarse y de hecho nosotros nos hemos ido adaptando todo este tiempo.

Entonces, sí hay un modelo ahora que funciona. Financieramente, es una lucha continua cada año porque la vida sube y, a veces, no nos suben en la misma proporción las instituciones, o no nos suben los patrocinadores, hay patrocinadores que se caen y tienes que buscar nuevos…

Bueno, la parte financiera es dura en este Festival. Es una guerra cada año para conseguir salir adelante pero sí que creo que hay un modelo más o menos consolidado que hay que destruirlo rápidamente en cuanto venga alguien nuevo.

 

P: Por tus palabras interpreto que el año que viene será el último para ti. ¿Será entonces la edición del 2026 la de ese acompañamiento que has mencionado alguna vez?

R: Sí, bueno, el nombrar un nuevo Director o Directora es algo que tiene que hacer el Consejo de Administración. No me corresponde a mí. Entonces, una vez que lo nombren, a mí me gustaría que, como muy tarde en enero, esté nombrado para que todo el año que viene me acompañe, sea mi sombra, porque le va a venir muy bien. Hazte una idea de que yo en Cannes hago alrededor de 100 citas. Entonces, aunque esa persona que venga tenga sus contactos, es muy bueno que me acompañe durante el año a todos los sitios donde yo suelo ir para que le presente a aquellas personas que no conozca y para que vea como trabajamos ahora. No para que repita la forma de trabajar, sino para que sepa cómo trabajamos.

Pero sí, mi idea sería esa y he insistido al Consejo de Administración que creo que es bueno que se nombre el sucesor o sucesora lo antes posible. Por eso, lo he anunciado con dos años vista, si no lo hubiera anunciado el último año.

 

P: ¿Tienen decidido quién será esa persona?

R: No, no, decidir lo decide el Consejo de Administración. Yo lo que he contado es que una de mis obligaciones, considero, es preparar gente para que me pueda sustituir. Entonces, igual que hemos ido en cada departamento intentando que haya un backup, alguien que te puede sustituir, es decir que el Jefe de Producción por ejemplo tenga a alguien que si a él le pasa algo mañana pueda coger su puesto, si a mí mañana me pasa algo, esta edición la pueden hacer las dos Subdirectores perfectamente. Es decir, yo he preparado gente que podría coger la Dirección mañana. Que sean del gusto del Consejo de Administración o no, o tengan otras personas que consideran más preparadas…Eso ya será cosa del Consejo de Administración, que es a quien le corresponde. Igual que a mí me nombró el Consejo de Administración.

 

    “Johnny Depp, un día me dijo “te doy las gracias porque has defendido mi presunción de inocencia”.”

 

P: El último bloque es para tratar la relación del Zinemaldi con los medios de comunicación. Nosotros somos Donostilandia, una web cultural, y nos interesa, como tal, esta relación. Más allá de la polémica anual con el palmarés y de otras puntuales por el contenido político de algunas proyecciones, ¿cómo ha sido la relación durante estos 14 años con la prensa y qué momentos ha vivido de especial tensión o dificultad?                                         

R: La relación es muy buena, en general, porque nos tratáis muy bien y cuando digo que nos tratáis muy bien me refiero a que se cubre bien, la prensa local y española es muy cariñosa con el festival y lo apoya. Luego, hay cosas que gustan y cosas que no gustan a la prensa, como es normal. Jamás me quejaré de que alguien diga que la selección le pareció muy mala porque eso es su opinión. Sí que hemos tenido algunos momentos de tensión y, sobre todo, a mí me cabrea un poco la época actual que vivimos, en la que muchas veces no son los medios de comunicación sino gente que a través de las redes sociales intenta medrar en temas. Tuvimos cierto follón con el tema de Johnny Depp. A mí me cabreaba ver gente que titulaba “No tengo ninguna duda de que Johnny Depp es un maltratador”. Yo en mi ordenador he tenido todos los papeles de todo lo que ha tenido que ver desde el punto vista jurídico con Johnny Depp, desde los documentos de su divorcio hasta la última sentencia. Yo sabía de qué estaba hablando, Johnny Depp nunca fue acusado en sede judicial de maltrato, no fue ni acusado. Se le acusó de difamación y perdió con el diario The Sun porque fue contra el diario. Luego fue contra ella y ganó en Estados Unidos por difamación. Cuando perdió por difamación, había gente que decía “es un maltratador”, pero no se le había juzgado por maltrato. En cambio, cuando ganó por difamación me escribía gente “Tenías razón, no es un maltratador”. Yo no sé si Johnny Depp es un maltratador. Hablo mucho con él y un día me dijo “te doy las gracias porque has defendido mi presunción de inocencia”. “Sé que no has dicho que no sea un maltratador -me dijo- porque no lo sabes, pero estate tranquilo porque no lo soy”. Esa fue su frase. Pero yo nunca he dicho que sea o no sea, yo qué sé si es un maltratador. Solo sé que nunca ha sido acusado de maltrato en sede judicial y nunca ha sido juzgado por ello. Y me dolió muchísimo más el tema de la película de Ulrich Seidl, Sparta. No sé si recordáis que quince días antes del festival, o un mes antes, un periódico alemán sacó un artículo grande diciendo que había habido maltrato a los niños -era una película que se rodaba en un país diferente a Austria-. La Premiére mundial era en Toronto, y después de nosotros iba a Nueva York. Ambos festivales levantaron la película, para mí es un acto de censura clarísimo. Nosotros mantuvimos la película ¿por qué tengo yo que dar pábulo a un periódico?, no entiendo por qué. A mí me dolió mucho porque tuve una entrevista con cuatro o cinco de los grandes Trade Magazine del mundo dedicados al cine y durante una hora solo hablamos de esta película. Y al acabar les dije “¿No os da un poco de vergüenza que estéis en un festival donde hay 200 películas y solo estéis preguntando por esto?” Y la respuesta fue “Nuestros medios nos lo exigen”. Eso sí me duele. Y algo mucho más grave… la película, ese proyecto, no se llevó ningún premio… el jurado sabrá si realmente influyeron o no estas cosas, si se atrevió o no se atrevió…ellos sabrán, ahí no puedo entrar. Pero meses después hubo una investigación de dos fiscalías en el país donde se había rodado la película y las dos determinaron que no hubo ningún delito, que todo fue correcto y que gran parte de las cosas que decía ese periódico estaban demostradas que era mentira. Dos cosas… ¿Alguien ha oído a Toronto o a Nueva York a pedir disculpas por haber levantado la película? No voy a decir ya dimitir, pedir disculpas… Dos…Imaginaos que realmente había delito. Yo estoy fuera del Festival, yo me tengo que ir seguro ante la carnicería que iba a haber contra mí. Y, sin embargo, yo seguiré defendiendo que mientras no haya una sentencia judicial yo no puedo juzgar esos hechos. Entonces, esta es la situación que vivimos ahora. Los juicios se hacen en casa y en las redes sociales. Es muy peligroso. Lo de la turba decidiendo quién es culpable y quién no es culpable es algo propio del fascismo. Ojo, porque en estos momentos lo alientan sectores teóricamente progresistas. Mantengámonos firmes, el derecho a la presunción de inocencia es fundamental. Se ha peleado desde los sectores más progresistas durante muchas décadas por ello. Es mejor, lo hemos dicho muchas veces, que diez culpables estén en la calle a que un inocente esté en la cárcel. Yo eso lo defenderé mientras viva.

 

 

P: Hacías referencia hace un rato a que uno del déficit del Festival está relacionado con los medios de comunicación. ¿A qué te referías exactamente?

R: Dentro de nuestras posibilidades tenemos bastante industria, no somos un mercado, pero desde luego, un festival como Venecia no creo que tenga más industria que nosotros, pero sí muchos más medios de comunicación. ¿Por qué? Porque es un festival con muchísimo glamour. ¿Qué problema tenemos nosotros? Que estamos entre Toronto, Londres, Roma, etcétera. Y en medio, la gente, los medios de comunicación no pueden ir a todos los festivales. Creo que tenemos un festival que tiene nivel para tener más medios de comunicación, pero no lo conseguimos, creo que estamos en quinientos setenta y pico medios de comunicación y mil y pico periodistas, pero no conseguimos subir, subimos poquito a poquito, pero no hemos conseguido una subida importante de periodistas. Lo hemos intentado, pero es muy difícil. Tal vez ahí sí noto que salgo de estos 14, 15 años y hay cosas de la que me siento muy orgulloso, como todo lo que hemos hecho con la industria. Llegamos con quinientos y pico acreditados de “Industria” y estamos en dos mil trescientos y, además, el nivel de los que vienen de “Industria” ha subido exponencialmente. Pero, sin embargo, en la prensa hemos conseguido subir un poquito, pero muy poquito. Creo que ahí sigue habiendo una asignatura pendiente que ojalá quien venga tenga ideas que le permitan conseguirlo. Yo no he sido capaz.

 

P: Al hilo de lo que dices, en algún momento se ha llegado a reflexionar sobre la posibilidad de cambiar las fechas del festival, digamos, para no estar dentro de este entramado de festivales y posicionarnos mejor de cara a estrenos y demás.

R: Es un tema recurrente, pero cualquier opción que se nos ocurre es peor. Ten en cuenta que el calendario del año lo determina Cannes; Cannes por delante y por detrás, olvídate. De hecho, Berlín, va en febrero y Cannes en mayo y uno de los grandes problemas que tiene Berlín ahora es que muy pocas películas aceptan ir a Berlín antes de que Cannes diga que no las quiere. Como nos pasa a nosotros con Venecia. La mayoría prefiere Venecia, aunque de vez en cuando conseguimos algunas que pasen de Toronto a San Sebastián o que, por ciertas amistades con los productores o por fechas, prefieran San Sebastián a Venecia. Pero normalmente una película prefiere Venecia, es más grande, más importante. Lo mismo pasa con Cannes, Cannes lo determina todo. A pesar de los pesares, de las fechas y de toda esa competencia, no nos va tan mal. Creo que conseguimos hacer un festival potente, que hemos hecho de la necesidad virtud y hemos creado secciones como Perlas o Zabaltegi que nos permiten traer lo mejor del año, incluso hacer un homenaje a nuestros compañeros que hacen festivales. Y luego, ten en cuenta una cosa. Esto lo hacía con un director de festival importante, me decía “Olvídate de premieres mundiales, coge los cuatro festivales del año y, si no te importa que sean premiéres, ¿cuál es el festival que tiene mejor cine? Claramente Cannes. ¿Cuál es el segundo? Pues igual San Sebastián, porque tenemos nuestra Sección Oficial, nuestros Nuevos Directores, pero es que, entre Perlas y Zabaltegi tenemos prácticamente lo mejor de Cannes y de Venecia y algo de Berlín. Entonces, si ves las pelis y te olvidas de si son premiére o no, San Sebastián tiene un pedazo de programación que flipas, porque nos aprovechamos de lo del resto del año, dicho sea, en el mejor sentido. Creo que hemos encontrado una fórmula que nos funciona y además nos funciona con el público y con los profesionales porque, claro, tú dices “Estas películas han estado en Cannes y en Venecia”, pero es que hay muchos profesionales que vienen a San Sebastián a ver la Sección Oficial, el cine español y latinoamericano y, además, hay dos o tres de Cannes que no han visto, dos o tres de Venecia que no han visto y que las tienen aquí. De esta manera completan lo nuevo que tiene San Sebastián con eso que les falta del año. Creo que hemos encontró una fórmula que funciona como un tiro. A partir de ahí seguro que se puede mejorar, que es lo que creo que tiene que hacer alguien que venga con la cabeza limpia y con capacidad de decir, bueno, hoy estamos en otro sitio que hace cinco o diez años y podemos evolucionar, pero creo que tenemos una fórmula que ahora mismo nos funciona bien.

 

“Creo que tenemos un festival que tiene nivel para tener más medios de comunicación, pero no lo conseguimos”

 

P: Comentábamos hace unos días, preparando la entrevista con nuestro director, Carlos Minondo, que Donostilandia si no el primero fue uno de los primeros medios digitales en acreditarse en el Festival, que por aquel entonces ni siquiera existía la casilla de “Internet” en el formulario de inscripción de Acreditados de Prensa. La prensa tradicional ha evolucionado, ha cambiado la forma de hacer Periodismo y ha crecido exponencialmente la presencia de medios digitales. ¿Qué opinión te merece la llegada progresiva de figuras como los blogueros y, sobre todo, los influencers?

R: Creo que las cosas no son ni blancas ni negras casi nunca. Creo que, en general, el periodismo de análisis ha ido desapareciendo, es decir, hoy en día hay muy pocas revistas donde se analizan las películas, realmente. Se hace más información que análisis y crítica, normalmente. No hay más que ir a las grandes cabeceras y tú ves cómo cubrían el festival hace 20 años y cómo lo cubren ahora. Normalmente, es más información y seguimiento de los eventos más importantes. Hoy se tiende a una frivolización mayor de casi todo y a una venta de casi todo, más que a un análisis en profundidad, hay de todo, como es normal, y hay excepciones. La llegada de los blogueros… hay un poco de todo, y el problema de los influencers es que la mayor parte de los que vienen a San Sebastián no tienen nada que ver con el cine,.son meros publicistas de marcas. Pero dicho eso, cumplen una función porque, realmente, si yo tengo una marca importante que patrocina el festival y para poder invertir en el festival necesito una repercusión, esos influencers le dan una parte de esa repercusión que necesita, a la que el festival no llega. Creo que son fenómenos que son positivos y que tienen algunos inconvenientes. Me acuerdo que Thierry Frémaux dijo hace un par de años que no iba a permitir que los influencers hicieran la alfombra roja de Cannes porque llega un momento en el que ya no sabes quién es un influencer, quién es un actor, quién es una actriz… Creo que este año ha seguido teniendo influencers. ¿Por qué? Supongo que, porque cuando le ha dicho al patrocinador de turno que no quiere tener influencers, le habrán dicho que sin influencers no les compensa poner el dinero que ponen en el Festival.

Los influencer y los blogueros son parte de un fenómeno, pero lo que a mí más me preocupa no es que haya influencers, si no que realmente esa parte que antes se dedicaba a la crítica, al análisis, va desapareciendo y lo que hay es más información, pero menos relevante, en torno a eventos que mueven a la gente, sin entrar en el meollo, en el análisis serio de las cosas. Pero eso pasa en el cine y pasa en todo, es lo que se lleva.

 

P: Dos últimas cuestiones: una pregunta y una petición. Cada vez hay más acreditados, alrededor de 5.000 el año pasado. ¿Se ha pensado en un nuevo modelo de organización de las proyecciones de cara a que Prensa pueda sentirse más cómoda, pueda acceder mejor a las películas?

R: Creo que no hay un festival más cómodo para los acreditados que este y te lo explico. En estos momentos, unos días antes de empezar el festival y de la venta de entradas, podéis sacar las acreditaciones. Lo normal es que de cada veinte entradas que quieras, diecisiete o dieciocho las saques. No creo que puedas tener muchos problemas porque prácticamente sacamos todas las entradas disponibles para los medios de comunicación, es decir, que es difícil que no tengas entradas…

 

P: No me refería tanto a eso como que en su día se comentó, hace no mucho, que había que repensar, ante el aluvión de acreditados, cómo organizar las salas.

R: Se han hecho algunos cambios en cuanto a horarios, lo que permite que cada acreditado pueda ver cuatro o cinco películas cada día dentro de las secciones más importantes, sin que se choquen, eso sí se ha hecho, y funciona, porque puedo enseñaros los cuadros. Lo que ocurre es que no podemos hacer mucho más porque no hay salas, es que nos faltan salas y, de hecho, a quienes hemos perjudicado un poquito es al público para que los medios tengan un poco más de espacio, pero no podemos perjudicar más al público porque ya tiene problemas, el público sí que tiene entradas pagadas. Sí tiene problemas para las sesiones porque no tenemos más salas. Es que, en nueve días, el año pasado, en una ciudad de 186.000 habitantes, hubo 178.000 espectadores, que es una locura. Cuando esto se lo explicamos a otros festivales amigos, alucinan. Creo que Berlín hace dos o tres años daba trescientos sesenta y pico mil espectadores, el doble más o menos de lo que tenemos nosotros, un poquito más, en una ciudad de varios millones. Proyectábamos los datos y salía que, en proporción con nuestros espectadores, tendrían que tener millón y pico de espectadores. San Sebastián está al límite, al límite, afortunadamente, pero al mismo tiempo tenemos un problema, tenemos un problema con los hoteles, yo sé que esto es muy impopular, sé que estamos del turismo un poco hasta arriba, aunque también es verdad que sin turismo a ver cómo vive San Sebastián. Que hay que buscar un modelo más sostenible, de acuerdo, pero llega el Festival y nos faltan hoteles, tenemos un problema. Hay gente que dice “Pues oye, que se joda el festival porque no podemos tener este modelo”. Puede ser, pero que seamos conscientes de que hay momentos en el año como cuando llega el Festival, en los que con los hoteles que hay no da. Nosotros el año pasado tuvimos que decir que no a mucha gente que quería venir porque no había donde alojarla diez días antes del festival. Hay que ser conscientes de esas ventajas que tiene la ciudad y de que tiene también inconvenientes. Si alguien quiere ir al Festival de Londres, coge un avión en Los Ángeles y se va a Londres. Si yo quiero traer un invitado desde Los Ángeles, tiene que ir a Londres o a Munich, hacer un trasbordo, coger otro avión a Bilbao y luego un coche, una hora y cuarto. Ojo, esas cosas son problemas porque cuando tú le dices a esa estrella que tiene que hacer eso, te dice que no tiene ese tiempo, que le pongas un privado -que no ponemos, obviamente, porque no estamos de acuerdo por sostenibilidad ni tenemos dinero para pagarlo. Hay que ser consciente de a qué problemas nos enfrentamos. La gente dice que traigamos más estrellas de Hollywood, pero tendríamos que jugar en otra liga. Con más presupuesto y saltándonos algunos principios de sostenibilidad, sí tendríamos más. Pero creo que San Sebastián tiene un equilibrio bastante bonito entre la ciudad que es, el presupuesto que tiene y lo que consigue, pero es complicado. Nuestras infraestructuras son complejas, nos faltan hoteles, llegar a San Sebastián a veces es complicado y, a pesar de todo, mirad todo el turismo que tenemos, la ciudad un poco ocupada.

 

    “Llega el Festival y nos faltan hoteles, tenemos un problema”

 

P: Comentábamos antes que esta entrevista se enmarca dentro del 25 aniversario de Donostilandia, una web local, de la casa, que informa puntualmente de cultura, en general, y de cine, en particular, y que ha seguido durante 25 años al Festival. Decías que el Festival está preparado al 95% y que quedan unas cuantas guindas por concretar. Tengo que insistir, tenemos que rematar la entrevista con una guinda pequeña.

R: No te puedo dar ninguna sorpresa.

 

P: La presencia de alguna estrella…

R: No, todo el mundo nos lo pide. Ahora voy a hacer otra entrevista y tampoco voy a decir nada, lo siento, pero ahí somos inflexibles.

 

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