Película sobre juicios y prejuicios contra milenials. Lise, a sus 16 años, es detenida por ser la única sospechosa de la muerte de su mejor amiga. El cadáver ha aparecido cosido a puñaladas, envuelto en sangre, con los ojos abiertos, …. Un asesinato cometido con premeditación y alevosía. La consternación pública se materializa en el lugar del crimen con velas y peluches made in China.
Se exploran diversas claves, a la vez que se desarrolla la intriga en torno al morbo del crimen, se destapa el abandono que sufren los adolescentes porque en lugar de confrontación intergeneracional encontramos desconocimiento y desconcierto. Por otra parte se denuncian los efectos de la disrupción tecnológica en manos de personas hipersensibles.
En los juicios del siglo XXI sigue pesando el sexismo y el machismo. Los padres, a menudo ausentes, sufren un juicio paralelo, mientras que sobre el apoyo incondicional a su hija caen las sombras de la duda.
Es un film misterioso, inquietante, produce desasosiego, que cuesta digerir. Demuestra que el cine francés goza de buena salud y sigue siendo capaz de mostrar la condición humana sin complacencia. Los personajes están muy bien construidos y cobran volumen a través de sus contradicciones. A destacar la dirección y el guion de Stéphane Demoustier, la magnífica interpretación de Melissa Guers, Roschdy Zem, Anaïs Demoustier, Annie Mercier, Pascal Garbarini, Chiara Mastroianni así como la banda sonora de Carla Pallone que se adhiere al argumento reforzándolo.
Aclamada en los festivales de Locarno y Londres, obtuvo premio al mejor guion en Lumieres.
Cronica de #JMConte
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