Un thriller rural con toque kafkiano
Impecable, se puede hacer cine europeo sin aburrir. Tras unos planos trepidantes de una tormenta de nieve, sospechamos que la película va a ser algo más que una cámara oculta en el cobertizo de las ovejas. La trama se va consolidando, debidamente subrayada por unos paisajes fotografiados con una luz mágica. La magnífica banda sonora nos sumerge en el suspense, llegando a un punto en que el film toma tintes surrealistas que unas veces nos enternecen, otras nos sorprenden y a veces nos incomodan.
María e Ingvar viven en su granja con su rebaño de corderos, aislados del mundo. Cuando descubren un misterioso recién nacido deciden quedárselo y criarlo como su propio hijo. Entre tanto aparece el hermano pródigo, …
Aunque su género es el fantástico, como todas las grandes películas es una obra abierta, con muchas capas, que gustará por diferentes razones a públicos con gustos opuestos. En lo que a mí respecta la película va a influir en mis hábitos al menos por una buena temporada: el cordero no va a formar parte de mi dieta.
Además de la fotografía, de Eli Arsenon, la dirección y el guion de Valdimar Johannsson, destacamos una magnífica interpretación de Noomi Rapace, Hilmir Snaer Gudnason y Bjorn Hlynur Haraldsson, y unos magníficos efectos especiales.
La película llega a nuestras pantallas con largo recorrido: triunfadora en Sitges había pasado antes por Cannes, y es candidata a los Oscar como mejor película extranjera.
Critica de #JMConte
Sin comentarios