La vida cobra sentido cuando en lugar de negar se contrapone con la muerte.
En estos tiempos en los que se anuncia una nueva apocalipsis cada cinco minutos, el buen morir inspira a nuestros directores.
La vida de Isabel (Patricia López Arnaiz) da un inesperado giro el día en que su hija Madalen le pide que visite regularmente a Ramón (Antonio de la Torre), que se encuentra enfermo. Tras quince años alejada de su exmarido, un hombre al que ve como a un desconocido pese a que fueron familia durante años, en Isabel comienzan a reavivarse resentimientos que creía superados. Sin embargo, al acompañar a Ramón en su momento más vulnerable, Isabel conseguirá ver con otros ojos el fracaso que vivieron para centrarse en el presente de su propia vida.
Comienzo a ver la película lleno de prejuicios (no me han gustado otras películas de Pilar Palomero). Me confirmo en mis convicciones en los primeros diálogos que huelen a una naturalidad impostada a improvisación, termino arrollado como la protagonista por la sinceridad de la propuesta. Pilar Palomero se consagra como una gran directora y nos conmueve desde la sencillez.
La película me llega, a pesar del peaje que ha de pagar por conseguir ser original. Todo se tiene que decir en las idas y venidas dentro del coche mientras se refleja el paisaje con sus cielos en la ventanillas. Los momentos de más tensión se neutralizan o se llenan de silencios y el conflicto surge mientras se espera al autobús que viene de Valencia.
Todo lo que dice la película es verdad. Hay que destacar el trabajo de sus magníficos actores: Patricia López Arnaiz y Antonio de la Torre. Sublimes.
https://www.sansebastianfestival.com/2024/secciones_y_peliculas/7/720218/es
Critica de #JMConte
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