La película comienza siendo el retrato de un artista en el crepúsculo de su carrera y acaba convirtiéndose en cine social. Con gran naturalidad, sin pretender revolucionar el género, lejos de histrionismos, vemos como un personaje acabado siente la necesidad de seguir dando lo mejor de sí mismo. El tono dramático se hace amable e invita a la empatía.
Hace muchos años que Roberto Benítez, conocido artísticamente como Bandido, conoció la plenitud en los escenarios. Desde entonces se deja llevar por la inercia del que fue, a su lado un productor ambicioso exprimirá lo que queda. Bandido es presa de una desmotivación que le agota. A la vuelta de uno de sus bolos es atracado, unos vecinos acuden en su ayuda. Este desgraciado acontecimiento se convierte por azar del destino en una nueva oportunidad.
A destacar la magnífica interpretación de Osvaldo Laport que da credibilidad al personaje de forma contenida a través de un físico que encaja perfectamente en el papel. Le da la réplica Juanma Lara que con solidez interpreta al productor manipulador.
La película es una coproducción entre Argentina y España, dirigida sin estridencias por Luciano Juncos que ganó el Colon de Plata en el Festival de Huelva.
https://www.youtube.com/watch?v=gAWqGvWCv2w
Critica de #JMConte
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