Directores de Hungría, Rumanía, Polonia… se han reunido hoy, día 23 de Septiembre, en un coloquio organizado por el Festival de cine de San Sebastián 2014 para poner en común la mirada sobre el cine que viene del Este y que se presenta este año en el Festival, atendiendo fundamentalmente a una retrospectiva de los sueños y anhelos de esos creadores que provienen de una generación fundada durante el Comunismo y su caída.
Anna Viduleja (“Vogelfrei”), Peter Kerekes (“Slovensko 2.0”), Kristina Buozyte (“ABC’s of death 2”), Sarunas Bartas, Malgorzata Szumowska (“W imie”), Mira Faway, Bohdan Slama (“Ctyre slunce”), Marian Crisan (“Rocker”) y An Felicia hablaron sobre los nuevos talentos y las películas más destacables que provenían del Este y que presentaban sus películas en el Festival de Donosti (“No man’s land”, “Johanna”, “Beyond the hils”, “Death of a man in the Balkans”…) y que llegan hablando de la realidad en el Este: “de la generación de los 90, de los último que se ha hecho durante estos últimos 15 años (…), películas que se han realizado después de la Guerra Civil (…) diferentes regiones, diferentes visiones del Este a través del cine”. Moderando Mathieu Dumas, se condujo la conversación hacia esa representación de la última generación de cineastas del Este.
“Cada generación tiene una generación artística”, dijo Peter Kerekes; “todo ha cambiado y el cine ha cambiado (…). Todo el mundo es libre de decir lo que quiere (…) y la gente se comporta según lo que es, no según de donde viene”, señaló Kristina Buozyte. En este sentido, los artistas invitados estaban de acuerdo al afirmar que, tras la caída del Comunismo, los creadores provenientes del Este se han sentido mucho más libres para expresar lo que circulaba por su pensamiento (“el pensamiento es el único territorio libre que nadie puede invadir”, dijo Anna Viduleja). “Me siento como un niño de la transformación”, aportó Szumowska, “eso ha afectado mucho a mis grabaciones; tras la caída del Comunismo todo me fascinaba, todo lo veía lleno de colores, vi un mundo nuevo…”.
No obstante, los directores perciben que aún les falta alcanzar su público: “Siento que hay un gran movimiento de honestidad, pero es difícil captar audiencia; necesitamos que la gente capte la transformación con nosotros”, expresó Mira Faway. Se debatió el problema de la financiación de las películas de bajo presupuesto, pero se destacó que, en realidad, lo que hace buena una película no es el dinero, sino la producción: “una película no sólo se muestra por la dirección, sino también por la producción (según las condiciones de producción se consiguen unas historias u otras); por eso puede parecer igual nuestro cine, porque se produce igual” contó Bohdan Slama. Marian Crisan estaba de acuerdo con su compañero y añadió que en el cine del Este se piensa más qué se quiere expresar que la forma de hacerlo y eso genera un cine más abierto y comunicativo con el público. Además, señalaba Anna Viduleja, el bajo presupuesto te obliga a hacer aquello que crees importante hacer ver.
Se abrió debate cuando el moderador sacó el tema de la nacionalidad; Marian Crisan estaba profundamente a favor de romper fronteras y no establecer tanto nacionalidades porque, según ella, “la inmigración te permite conocer qué es tu casa, cómo es tu casa… desde una perspectiva diferente”. Esto abre el deseo de buscar más coproducciones, como normalmente estamos encontrando en el cine asiático y europeo.
Este corto coloquio entre directores del Este nos abre la ventana a nuevas historias, que hablan de realidades que pueden resultarnos desconocidas, sobre países y personas que están viviendo un proceso de transformación y que desean que sus pensamientos sean conocidos más allá de las fronteras.
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