A LOS LIBROS Y A LAS MUJERES CANTO. ODA A LA AMISTAD

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Aquí tenéis la crítica de nuestro compañero y escritor Kerman Arzalluz de la película A LOS LIBROS Y A LAS MUJERES CANTO de la directora María Elorza, que tanto éxito ha cosechado en multitud de festivales y esta ahora en cines.

 

 

 A LOS LIBROS Y A LAS MUJERES CANTO. ODA A LA AMISTAD

 

Pasan los días

y muchas veces estuvimos solos.

Pero luego hay momentos felices

para dejarse ser en la amistad.

Mirad:

somos nosotros.

 

Recurro a los versos de Gil de Viedma porque el largometraje de María Elorza, más allá de mostrarnos a las claras su declaración de amor, está llena de referencias a la poesía y es una historia de mujeres apasionadas por la literatura que comparten y mantienen una vieja amistad.

A los libros y a las mujeres canto se divide en cuatro bloques, uno por cada protagonista. Aquí radica uno de los aciertos de la película, el variado perfil de las cuatro mujeres que muestran su particular devoción por la literatura y por el lugar que los libros han ocupado y ocupan en sus vidas: Viki lee con fruición y se siente atraída por el mundo del teatro y la farándula, le gusta coleccionar prendas relacionadas con el séptimo arte, recurre a alguna que otra pieza fetiche cuando acude a determinado evento artístico, muestra en el salón de su casa dos butacas de un viejo cine; Wal, podría ser la encantadora abuela, enjuta y sonriente que todos querríamos tener, una adorable estudiosa de Goethe, del que habla con verdadera adulación y recuerda, entre otras muchas cosas, que dijo que Italia es “el país donde florecen los limones”, una estudiosa que vivió no pocas penurias siguiendo a su Patxi, enfrascado en reivindicaciones políticas de la época; Loreto, que habla con naturalidad de sus carencias, reconociéndose una lectora contumaz pero no una experta, una médico aficionada a los libros, a los libros “de rojos”; y Tonina, madre de la directora, con un relato lírico y sentimental con recuerdos a su Cerdeña natal. Cuatro mujeres, cuatro amigas y sus relatos de amor por la literatura.

El film, de gira de presentación por las capitales vascas, se presentó en Donostia este pasado viernes en los Trueba y contó con la presencia de la directora, Maria Elorza, y sus protagonistas Viki Claramunt, Waltraud Kirste, Loreto Casado y Antonia Deias, sin olvidarnos de Anne Elorza, que cuenta con un pequeño papel y nos presenta al inicio de la proyección, la anécdota que funciona como “disparador” de la película. Y es que la premisa argumental, como en tantos relatos y novelas, parte de un detalle, una nimiedad cotidiana -en este caso doméstica- como puede ser la caída de un objeto, de un mueble, en este caso una biblioteca, que provoca la subsiguiente pregunta/reflexión “¿Pueden los libros matar o nos ayudan a vivir?”.

Una película pequeña y amable -en el sentido más cordial y positivo de ambos calificativos, en estos tiempos de grandezas y fuegos de artificio-, con múltiples referencias literarias –Casa tomada, de Julio Cortázar, Farenheit 451-; cinematográficas –Chaplin, Marlene Dietrich y la salida de las cigarreras de Tabacalera al más puro estilo Lumiére-; y simbólicas -las colmenas-; un honesto ejercicio artístico que nos da el dos por uno de cine y literatura durante setenta y dos agradables minutos de oda, y es que “la literatura es deseo de saber”, “es un amor sin límites”.

 

Kerman Arzalluz

 

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