La frase “más humanos que los humanos”, nos suena, y Skynet, también. La película dirigida por Gabe Ibáñez no se llama “Blade Runner” ni “Terminator”, tampoco “Yo, Robot”, pero si no fuera por el título, “Autómata”, pensaríamos que estamos viendo alguna de esas. De nuevo nos encontramos en un mundo postapocalíptico donde la humanidad se arrastra en lo más mísero de la sociedad y los valores sobreviviendo los últimos tiempos; una nueva especie creada por el propio hombre da comienzo a una nueva especie dominante sobre el primate que una vez se bajó del árbol.
Realmente, como asegura el director, si Antonio Banderas no hubiera accedido a protagonizar y producir la película el guión se habría quedado guardado y olvidado en algún cajón; que a este actor le hallamos visto en exitosas películas como “El zorro”, “El mejicano”, “La piel que habito”:… apoya la promoción de este largometraje. Esta vez Banderas se aventura con un nuevo género hasta ahora poco explorado por él, el de la ciencia ficción y ha arriesgado mucho más que su dinero para que este proyecto salga adelante, mostrando una clara fe ciega en este director español incipiente. El famoso y reconocido actor español se pone en la piel de un policía que persigue descubrir quién está detrás de la manipulación y mejora de los robots, no obstante, acabará adentrándose en una realidad mucho más filosófica y antropológica de lo que pensaba: una vieja civilización muere para dar paso a una nueva. “Aquí lo importante no es sobrevivir, sino vivir”, nos cuenta el director; “estamos contando la historia del mono que se queda en el árbol, en la decadencia del ser humano”. En la película, que se desarrolla en un ambiente lluvioso, perturbador y ruidoso similar al de “Blade Runner” y en el árido desierto, se antepone la deshumanización completa del hombre, envilecido con una falta de moral que le arrastra a comportarse sin ley y sin valorizar la vida, con la entrega y nobleza del robot, que fue creado para servir y proteger al hombre y que acaba desarrollando más inteligencia que sus creadores.
Está rodada como una película de los años 80, con robots construidos, sin efectos especiales, que huye de los excesos de acción para ahondar en el mensaje y el trabajo de personajes. La opción de que la película española fuese grabada en inglés con actores internacionales (Melanie Griffith, Robert Forster…) no ha sido fortuita; “si queríamos que la película alcanzase el mercado internacional tuvo que hacerse en inglés y con actores internacionales; es la manera en la que se puede hacer este tipo de películas”, explica el director. La calidad a la hora de hacer cine de ciencia ficción en España no falta (ya lo descubrimos con la película de Kike Maillo, “Eva”), pero también se necesita dinero para alcanzar a ver una superproducción; “¿por qué siempre van los extraterrestres a Estados Unidos? Porque tienen dinero; cuando en España se hace una película de extraterrestres es una comedia”, aclara Antonio Banderas. Lo bueno de la ciencia ficción es que se puede explorar parámetros más filosóficos (la pérdida de valores, la estandarización de la violencia…) y, como apoya el equipo de “Autómata”, para eso no se necesita tanto artefacto.
Antonio Banderas cree en Gabe Ibáñez, ve en él un futuro prometedor, pero la decepción a la hora de salir del cine entre la gente ha sido latente; el tema ya está bastante recurrido y el mensaje no es nuevo. No obstante, podemos reconocer que talento tiene, pues no es fácil enfrentarse a un proyecto tan exigente y ambicioso. Poco a poco.
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