Matar al mensajero

0

matar_al_mensajero-cartel-5686Lejos del fuego de artillería o de las minas antipersona, Jeremy Renner reaparece de nuevo haciendo de un norteamericano patriota que se enfrenta al riesgo para lograr aquello por lo que otros no están dispuestos a dar la vida… En The Hurt Locker (En tierra hostil), el actor se enfrentaba casi solo al terror de una guerra, mientras que en Kill the messenger (Matar al mensajero) se pone de nuevo en la piel de uno de los tantos héroes anónimos –o arrastrados posteriormente al anonimato-, perseguidos y aniquilados por su incansable ideal de cumplir con la justicia y mostrar la verdad, aunque esto implique sacar a la luz los trapos sucios de los mayores poderes mundiales. En este caso, el “delito” de este periodista de investigación fue destapar un escándalo de la CIA, que mantenía un negocio encubierto con los rebeldes del conflicto nicaragüense (la Contra) a través de la venta y distribución de droga para destinar los beneficios a armar a las milicias.

En la línea de Todos los hombres del presidente (1976), Leones por corderos (2007) o Tempestad sobre Washington (1962), Michael Cuesta nos muestra un drama que se acoge a un hecho real sobre un crimen perpetrado por la CIA que se destapó hacia 1996 con la publicación de una serie de artículos a través de un periódico menor, el Mercury News, titulados Dark Alliance (Alianza Oscura), bajo la firma del periodista de investigación Gary Webb. El problema mayor apareció cuando este personaje anónimo se convirtió en enemigo y objetivo de la competencia periodística y de la agencia de inteligencia al atreverse a publicar dicha noticia, que causó un grave revuelo en el país.

Michael Cuesta es un maestro de la intriga, tal y como nos lo demostró en la exitosa serie de Homeland y Dexter, y por eso sabe guiarnos por la trama a través de los puntos narrativos justos y necesarios para mantenernos en vilo hasta el final del largometraje. Sincera desde todos los ámbitos –hasta en lo personal y privado de nuestro protagonista-, la película no se corta ni un pelo a la hora de mostrarnos todos los datos que le llevaron al periodista a sospechar e investigar a la CIA; junto con él, como una cámara subjetiva acompañándole, perseguimos hasta el testigo más corrupto para sacar la máxima justificación a la publicación de la noticia.

824A9835.tif

Quizás, este pueda ser reconocido como el segundo mejor trabajo de Jeremy Renner, después de su aparición en la oscarizada película de Kathyrn Bigelow… El actor se involucra completamente con el caso de este periodista y saca, desde los defectos de esta persona, su mayor heroicidad; “alguien como Gary, con sus pocas cualidades para ser un héroe y consciente de sus defectos, es un héroe”, indica el intérprete en la revista Cinerama. Ya vemos que haciendo de superhéroe no le va mal, pero Jeremy Renner ha demostrado que el papel de héroe anónimo le va mejor…

Está claro que, como ésta, muchas películas nos demuestran que el arte, además de la prensa, también es una importante ventana para mostrar la verdad sin excesivos impedimentos para presentársela a la gran mayoría. No obstante, hay que decir que incluso hoy en día el cine está vedado y controlado por la política porque, al igual que le sucedió al periodista que protagoniza esta cinta, tanto el equipo de realización como el de postproducción recibieron avisos del gobierno para que no continuasen con el proyecto. Sin embargo, en lo que se apoyaron los autores para proseguir con ello, a pesar de todo, y que no han cesado de recordarlo en la película poniéndolo en boca de este ciudadano ejemplar, perseguido y arruinado por su postura combativa a pesar de las amenazas, es que, como bien dijo Edmund Burke: “lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada”.

hr_Kill_the_Messenger_21

Sobre el autor

Sin comentarios

Deja un comentario