Christopher Nolan, uno de los directores más reconocidos de la actualidad por su maravillosa orquestación de una narrativa sin límites que explora lo que hasta el momento nadie se había atrevido a trabajar con tal atrevimiento y maestría, arrastra al espectador a esta experiencia audiovisual y narrativa para que descubra, por sí mismo, que la ciencia aún no ha descubierto nada del misterio de la existencia y de la creación y que el enigma se va haciendo cada vez más grande a medida que el ser humano evoluciona hacia nuevas necesidades y emergencias.
Como en sus anteriores obras, Nolan trabaja el guión junto con su hermano, Jonathan Nolan, quien es incluso más autor de esta historia que el director. Los hermanos Nolan no han creado la historia de forma aleatoria o, como se escuchaba decir a algunos tras el visionado de la película, “tras fumarse algo”; se consultó la teoría científica de Kip Thorne, compañero de Stephen Hawking e investigador sobre la astrofísica y el tema de los agujeros de gusano y los viajes en el tiempo. «Do not go gentle into that good night» (No entres generoso dentro de esa buena noche), recita Kip Thorne en su poema, expuesto en la película cuando se lanzan hacia la aventura espacio temporal… un aviso a navegantes de lo que uno puede encontrar en la verdadera oscuridad inexplorada.
Christopher Nolan, inquieto busca talentos –a veces poco descubiertos hasta que los vemos bajo la mano de este director-, ha confiado este proyecto a Matthew McConaughey, no por las proezas de exuberante acción que este actor ha demostrado al comienzo de su carrera (“Sahara”, “El imperio de fuego”, “Tropic Thunder”, “Como locos… a por el oro”), sino más bien por el exitazo conseguido por sus últimas interpretaciones dramáticas (“Mud”, especialmente, o “Dallas Buyers Club”). McConaughey lleva al extremo el duelo emocional de un padre de familia que ha de decidir entre dejar atrás a su familia (con el riesgo de abandonarla para siempre) o lanzarse en una misión espacial arriesgada y sin un final corroborado para salvar a la humanidad de la extinción. Michael Caen, gran veterano en las películas de Christopher Nolan, aparece como el gran genio de la NASA que lleva años trabajando en la idea que pueda salvar a la Humanidad; su hija, interpretada por una bienvenida Anne Hatheway, es quien acompaña a nuestro protagonista en la aventura espacial. A quien no esperábamos ver era a Matt Damon (¿el nuevo favorito de Nolan?) y a Jessica Chastain, interpretando a la hija del “viajero del tiempo”.
El ambiente y los escenarios, al igual que en las anteriores cintas de este autor, son los verdaderos protagonistas de la historia, ya que atrapan a los personajes condicionándolos en su aventura por lograr la supervivencia en las situaciones más límites. La grabación con cámaras IMAX favorecen una inmersión cautivadora en la inmensidad del espacio. Con una banda sonora de Hans Zimmer, que gira en torno a un único tema principal, más que acompañar el film presenta instrumentalmente la sensación temporal y espacial que se vive en ese universo entre estrellas; una orquesta envolvente, a veces ensordecedora y otras, dramáticamente sutil… Los efectos de sonido son, a la vez, extraordinarios, haciendo que el espectador viva la experiencia casi en primera persona, de una forma más apabullante que cualquier otra obra suya.
La última película de Nolan es una oda a anteriores obras sobre viajes espaciales; especialmente podemos reconocer alusiones a “2001: Odisea en el espacio”, por esa rigurosa y realista demostración de la vida espacial. La propuesta es excesivamente arriesgada –rechazada incluso por Steven Spielberg- hasta que cayó en manos de este director –que ya nos ha demostrado que los retos narrativos y temáticos son sus favoritos con “Memento”, “Origen” o “El truco final”-, porque el espectador común no está acostumbrado a temas tan complejos como este y la forma en que Nolan lo explora y lo presenta en la gran pantalla; requiere una mente reflexiva, despierta y abierta, porque el autor lleva el planteamiento a límites insospechados y jamás planteados.
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