Las mil y una noches, Miguel Gomes

0

Los primeros minutos de “Las mil y una noches” parecen anunciar el inicio de otra película más de temática social, de esas en las que con una narrativa austera se relatan las miserias de los extractos más desfavorecidos. Sin embargo, es sólo un espejismo. La película adopta un giro de su planteamiento, pasado el primer cuarto de hora, para adentrarnos en una narrativa envolvente que sigue la fórmula de los cuentos milenarios. Son cuentos con sus princesas, sus héroes y sus villanos, pero que hablan de la dura situación vivida en la reciente crisis portuguesa y, por extensión, en gran parte de Europa. En esta atractiva combinación de la magia de los cuentos y la crudeza de la actualidad social, se encuentra el principal hallazgo del film de Miguel Gomes.

as_mil_e_uma_noites_volume_1_o_inquieto-873734815-large

Es la primera película que veo de este director portugués, con una interesante trayectoria en el circuito de festivales, donde fue premiado con sus trabajos: “Aquel querido mes de agosto” (Mejor película en el BAFICI 2009) y “Tabú” (Premio Fipresci en Berlín 2012), pero trataré de seguirle la pista. En “Las mil y una noches”, hasta ahora su última película estrenada, demuestra una gran maestría en la dirección de actores y consigue que, en muchos momentos, dudemos de si se trata de gente de la calle o de verdaderos actores profesionales. Bajo una apariencia de estética poco cuidada, se esconde una obra muy trabajada en la que la verdad se filtra desde cada detalle para sacudir al espectador.

 

Ésta es sólo la primera entrega de un conjunto de tres, en las que intuimos que nos seguirán contando historias que, tristemente, nos suenan muy cercanas y que hablan de políticos corruptos, familias sin trabajo y jóvenes sin un futuro esperanzador. Quizás en alguna de ellas aguarde un mensaje más optimista.

Sobre el autor

Sin comentarios

Deja un comentario