Una de las más gratas sorpresas del Zinemaldi, hasta el momento, ha sido la nueva película de Carlos Vermut. Como un soplo de aire fresco, ha entrado en una Sección Oficial que no ha ofrecido ninguna obra especialmente original aunque sí algunos buenos films.
Magical Girl es una inclasificable película de aparente aspecto cotidiano pero que encierra una enrevesada trama de historias cruzadas propias del más puro cine negro. Un padre desesperado por cumplir el sueño de su enferma hija, una misteriosa mujer con un oculto pasado y un ex profesor de matemáticas que ha pasado los últimos diez años en prisión, son las tres piezas que forman este puzle en el que sus destinos se cruzan de forma fatal.
Más allá de su intrigante trama, le nueva película de Vermut sorprende por su inusuales situaciones en las que siempre hay una reacción no esperada o una frase impredecible que te engancha. La fotografía de Santi Racaj, que se ha convertido en un habitual de las películas que huyen de una iluminación efectista, subraya esa sensación de aparente cotidianeidad en la que, contrariamente, cualquier disparatada situación tiene cabida. Mención especial merece el equipo completo de actores, perfectos en sus papeles, con una gran Bárbara Lennie como nexo de todos ellos.
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