Las primeras sesiones matinales del Festival suelen ser las mejores. Uno las coge con muchas ganas y, encima, puedes encontrar un buen sitio sin hacer mucha cola. Si la peli además está la altura, el arranque es perfecto.
“Retrato de una mujer en llamas” no sólo está a la altura sino que promete ser uno de los grandes títulos de esta edición. Fue una de las favoritas de la prensa en Cannes donde además se hizo con el premio al mejor guión. Es un film de época ambientado en la Francia del siglo XVIII, que plantea de forma brillante una bonita historia de amor imposible como vehículo para hablar del recuerdo frente a la presencia tangible del otro.
Aparentemente, se trata de una producción humilde con una puesta en escena austera que recuerda en ese aspecto a otro título visto aquí hace un par de años: “Lady Macbeth”. Son películas que huyen de estéticas rimbombantes para centrarse en los personajes y en lo que ellos les ocurre. Sorprende la contención con la que Céline Sciamma aborda la obra y que provoca una emoción mayor al alcanzar los momentos álgidos. Deja además secuencias inolvidables como la que tiene lugar durante un brillante diálogo entre las dos protagonistas siendo retratadas mutuamente. Sin duda, una título para incluir en las agendas de los próximos días.
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