Solidez y versatilidad

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Programa: Extractos de ‘Ultimate Balanchine’ y ‘Made in Boston’.

Piezas: ‘Ballo della Regina’, ‘Rhyme’, ‘Ein von viel’, ‘Tsukiyo’ y ‘Brake the eyes’.

Coreografías: George Balanchine, Víctor Plotnikov, Sabrina Matthews, Helen Pickett y Jorma Elo.

Compañía: Boston Ballet.

Director: Mikko Nissinen.

Lugar y fecha: Teatro Coliseum (Barcelona), 8 Junio 2010.

 

Barcelona era una asignatura pendiente para el Boston Ballet, ya que la exitosa gira de 2007 no recaló en la Ciudad Condal. Por eso, sabedores de la importancia de su estreno en la capital catalana, la compañía estadounidense, dirigida por Mikko Nissinen, preparó una propuesta especial, compuesta por una obra del programa ‘Ultimate Balanchine’ y cuatro del ‘Made in Boston’, para su debut allí. Padre del lenguaje neoclásico y pilar fundamental de la danza en los EE.UU., George Balanchine (1904-1983) creó las bases del estilo americano. Por eso, disfrutar de una obra suya bailada por una formación estadounidense es todo un lujo, porque los bailarines americanos le insuflan un aire especial. El programa barcelonés comenzó con ‘Ballo della Regina’ (1978), pieza no muy vista en Europa, construida sobre la música de la ópera ‘Don Carlos’ de Verdi. Compendio de virtuosismo técnico, vertiginosa rapidez de ejecución y belleza abstracta. Puro Balanchine.

Del programa ‘Made in Boston’, la propuesta catalana extrajo cuatro obras, con la intención de demostrar la versatilidad de la compañía norteamericana, ya conocidos sus registros clásicos (‘La Sylphide’, 2007) y neoclásicos (programas sobre Balanchine). La formación estadounidense demostró que se amolda adecuadamente a los variados estilos dancísticos. La propuesta más contemporánea mostró diferentes registros, en trabajos de diverso contenido en cuanto a su escritura coreográfica. El concepto de danza contemporánea en EE.UU. difiere en relación a la mentalidad europea. Códigos coreúticos asimilados hace tiempo en el Viejo Continente, aún pueden parecer novedosos en América. Por eso, no es de extrañar que ‘Rhyme’ (2008) del antiguo bailarín Víctor Plotnikov parezca un clon muy bienintencionado del estilo de Jirí Kylián, genio de la coreografía del último cuarto del siglo XX: paso a dos de complejidad y exquisita factura, acusada musicalidad, cuidadísima iluminación. Aún muy academicista respecto al lenguaje neoclásico resultó ‘Ein von viel’ (2001) de la también ex bailarina Sabrina Matthews. Un cuento oriental era la base de ‘Tsukiyo’ (2009), un paso a dos con sugerente escenografía que narra la historia de la fascinación del amor y de la intimidad del roce.

Capítulo aparte merece la obra presentada por Jorma Elo, coreógrafo residente del Boston Ballet, que puso el punto final a la velada de danza. ‘Brake the eyes’ (2007) es un juego de deconstrucción en seis movimientos, sobre cinco obras de Mozart y una de soundscape electrónico. Interesantísima pieza que delata a un coreógrafo ávido de experimentar y con voz e ideas propias, aunando elementos de su época de bailarín como la teatralidad de Mats Ek (Cullberg Ballet) y, desde luego, muchísimos guiños a Kylián (Nederlands Dans Theater).  El Boston Ballet ratificó la magnífica imagen ofrecida hace tres años, en su actual gira española, gracias a la que el espectador ha disfrutado de la solidez de una de las compañías más compactas de EE. UU.

 Iratxe de Arantzibia

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