La vida y la historia de Giacomo Casanova ha sido contada de muchas maneras diferentes, pero Michael Sturminger se ha arriesgado haciendo una película de una manera totalmente diferente y original basándose en «Histoire de ma vie». Esta vez ha sido John Malkovich quien se ha metido en el papel del gran seductor, y como todos esperábamos, no ha defraudado con su interpretación. Malkovich hace un papel impecable y consigue dar vida a un Casanova totalmente creíble.
En la película se entremezcla la vida de Casanova, y de forma paralela, la representación teatral y operística (con arias de Mozart y Lorenzo da Ponte). Utilizando este recurso arriesga muchísimo, ya que corre el riesgo de que al espectador se pierda en la historia, pero lo cierto es que el director consigue una fluidez asombrosa entre las dos historias, y todo lo que sucede en la película tiene un hilo argumental basado en la vida de Casanova.
La ópera está más que presente en toda la película, y por ello la película puede resultar un tanto pesada a los que no estén acostumbrados a este género musical. Además de lo que representa la ópera en esta película, la ficción dentro de la ficción, hay momentos en los que se cuela la vida real, aludiendo a la vida de Malkovich, o cuando se escenifican unos billetes del euro (por supuesto, en la época de Casanova todavía no había llegado el euro).
El director vienés Michael Sturminger ha creado un relato de Casanova completamente diferente a lo que habíamos visto hasta ahora, y aunque la ejecución y el desarrollo de la película para contar la historia real de Casanova está más que lograda, no ha conseguido calar hondo entre los espectadores.
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