La nueva película de Zhang Yimou en la que reinterpreta el clásico “Tres reinos: la épica de Jingzhou.”
Vuelve el cine épico a lo grande, uso y abuso de la teatralidad, paisajes de ensueño bajo una cortina de agua permanente, gargantas de piedra imposibles, palacios suntuosos, vestuario magnífico, efectos especiales impactantes, artes marciales coreografiadas, pasadizos que esconden los secretos del lado oscuro, duelos musicales, caligrafías veladas, … no se escatiman medios. Todo a disposición del genio Zhang Yimou para crear un espectáculo a lo grande que deja bajo la “sombra” a producciones anteriores.
La intriga está servida: el oráculo anunció que los dioses les favorecerían en el campo de batalla, pero ¿quién será el vencedor y quién será el vencido? Reinos que contienen su enemistad con frágiles tratados de paz, reyes salvajes con intenciones ocultas, comandantes valerosos pero desobedientes con doble perfil en la sombra y fuera de ella.
La tragedia está servida, el duelo entre los líderes de los clanes sigue los códigos de honor, pero hay quien esconde otras intenciones. El destino todo lo teñirá de sangre tras un combate sin igual donde los movimientos femeninos neutralizan la fuerza bruta.
La película es de una belleza apabullante, construida plano a plano de forma meticulosa. La intriga y los efectos no dejan de sorprendernos. Recuperamos a Zhang Yimou en estado de gracia.
Crónica de #JMConte
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