Tragedia que muestra al mundo árabe más allá de prejuicios, con una dimensión humana estremecedora. Irak, el país donde nació la civilización y donde la libertad se entiende como cambiar de carcelero, es siempre el telón de fondo.
“Abu Nawas” es un acogedor café del centro de Londres. Popular punto de encuentro para los exiliados iraquíes donde comparten su anhelo de libertad y su deseo de dejar atrás su pasado en Bagdad. Varias formas de vida, tradicional y moderna, atea y musulmana, chocan entre sí dando lugar a una serie de acontecimientos que cambiarán por completo la vida de muchas personas.
Es una película coral, pero no solo encontramos un buen puñado de buenas interpretaciones. Los personajes, bien trazados en sus contradicciones, toman su verdadera dimensión viajando en el espacio y en el tiempo. El magnífico guion (del también director Samirr y Furat Al Jamil) se va articulando en torno al interrogatorio al poeta protagonista que regenta el café. El testimonio es el hilo conductor entre Bagdad y Londres, entre la comisaría y el café étnico, entre la dictadura de Sadam Husein y la radicalización de las segundas generaciones de inmigrantes en occidente, entre lo moralmente aceptable y lo vitalmente necesario. Samir dirige a estos Magníficos actores (Haytham Abdulrazaq, Waseem Abass, Daniel Adegboyega, …) que interpretan con mesura el peso de la culpa, el desencanto por los ideales caducados, el exilio, el choque de la tradición con los estilos de vida occidentales, … Destacamos asimismo la magnífica banda sonora de Walter Mair y Ton Linden y la excelente fotografía de The Ghau Ngo.
La película es una coproducción entre Reino Unido, Suiza e Irak y se presentó en 2019 al festival de Locarno. Fue reconocida en los Premios del Cine Suizo.
Critica de #JMConte
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