Filmoteca Española y el Festival de San Sebastián organizan, en colaboración con Filmoteca Vasca y el Museo San Telmo, una retrospectiva dedicada a Roberto Gavaldón, que irá acompañada de un libro monográfico dedicado al cineasta mexicano y editado por Filmoteca Española y el Festival de San Sebastián.
Roberto Gavaldón (1909-1986) es considerado uno de los directores más importantes del cine mexicano de los años cincuenta y sesenta. Nacido en Jiménez, en el estado mexicano de Chihuahua, en 1909, empezó en el medio trabajando como extra, actor, ayudante de dirección y guionista. Tras algunos trabajos en calidad de codirector, debutó en solitario en 1945 con La barraca, adaptación de la novela de Vicente Blasco Ibáñez en cuyo equipo de realización trabajaron varios técnicos españoles que se habían exiliado en México al terminar la Guerra Civil.
Gavaldón destacó por un estilo muy sobrio y clásico, de estilo realista, beneficiado por la colaboración con directores de fotografía como Gabriel Figueroa, Alex Phillips y Jack Draper. Trató por lo general temas melodramáticos. Tanto el estilo como los argumentos escogidos le enfrentarían después con las hornadas de críticos y directores más jóvenes que cuestionaron su predilección por un cine de carácter nacional.
Durante años fue el mayor representante del cine de su país en los grandes certámenes internacionales. Concursó varias veces en Cannes, Venecia y Berlín, y presentó en la primera edición del Festival de San Sebastián, en 1953, Acuérdate de vivir. Ganó ocho premios Ariel, los galardones concedidos desde 1947 por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas: el primer Ariel a la mejor película fue para La barraca.
Aunque cultivó mayoritariamente el melodrama, tocó diversos géneros como el policíaco, el musical, el fantástico y el drama rural, y realizó un ciclo de western-ranchero con el actor Antonio Aguilar. Entre sus películas destacan títulos como Macario, La otra (1946) –un drama criminal sobre dos hermanas gemelas encarnadas por Dolores del Río, del que se realizaría un remake en Hollywood protagonizado por Bette Davis, Dead Ringer (Su propia víctima, 1964)–, La diosa arrodillada (1947), En la palma de tu mano (1951), La noche avanza (1952) –que tiene como protagonista a un campeón de pelota vasca sin escrúpulos–, El rebozo de soledad (1952), El niño y la niebla (1953), Camelia (1954), Sombra verde (1954), La escondida (1956) y Miércoles de ceniza (1958). En 1955 fue escogido por los estudios Disney para dirigir una de sus producciones filmadas en México, The Littlest Outlaw (Pablito y yo).
A principios de los sesenta daría un vuelco al tipo de temas tratados y se decantó de una manera más clara por cuestiones sociales y políticas, pero Rosa blanca, sobre la expropiación del petróleo en México, fue prohibida y no logró estrenarse hasta 1972. En Días de otoño, protagonizada por la misma pareja de Macario, Ignacio López Tarso y la actriz descubierta por Gavaldón, Pina Pellicer, relató la oscura historia de una mujer abandonada por su prometido que asegura a todo el mundo haberse casado con él y estar embarazada. A continuación, colaboró con Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes en el guion de El gallo de oro (1964), parábola sobre un gallo de pelea según una historia de Juan Rulfo.
Después de su proyección en el Festival de San Sebastián, la retrospectiva, formada por aproximadamente 25 títulos, varios de ellos restaurados por la Cineteca Nacional de México y por Filmoteca UNAM, podrá verse en Filmoteca Española, en Madrid, durante los meses de octubre y noviembre.
Sin comentarios